
Si bien es verdad que la devoción a san José es antigua, es asimismo indudable que ha crecido de una manera maravillosa en nuestros tiempos. ¿De dónde proviene esto? De Dios; pues todos los movimientos espirituales de la Santa Iglesia, de los cuales participan su cabeza y sus miembros y que se efectúan con la aprobación de la autoridad apostólica, provienen del Espíritu Santo, que es el principio sobrenatural que asiste a la Iglesia cristiana y mantiene en ella la vida de que goza