La devoción a san José en san Josemaría Escrivá, María Herrán, Laurentino, Palabra

La devoción a san José en san Josemaría Escrivá es un pequeño libro en que se expone la profunda y amorosa enseñanza del fundador del Opus Dei sobre san José. El autor va desgranando distintos textos, sermones y afirmaciones de san Josemaría sobre este gran santo, a quien él llamaba Nuestro Padre y Señor. «En san Josemaría, la devoción a san José tiene un relieve especial. Fue uno de los más activos recursos de su vida interior y uno de los medios más eficaces de su apostolado».
En el libro se van tratando distintos aspectos y virtudes de la persona de san José y, en general, de su vida: su amor, su fidelidad, su personalidad, su espíritu de servicio, su laboriosidad, etc. «Esto nos enseña la vida de José: sencilla, normal y ordinaria, hecha de años de trabajo siempre igual, de días humanamente monótonos, que se suceden los unos a los otros. Lo he pensado muchas veces, al meditar sobre la figura de san José, y esta es una de las razones que hace que sienta por él una devoción especial.» Una vida sencilla de trabajo cara a Dios, en total cumplimiento de la voluntad divina, ¡qué valor sobrenatural tan grande la vida de san José!
La devoción a san José en san Josemaría está muy unida a su amor a la Sagrada Familia de Nazaret, a la que él llama trinidad de la tierra. Y, así como la Trinidad beatísima no puede separarse, tampoco la trinidad de la tierra. Sobre este tema y con respecto a la Eucaristía, dice san Josemaría: «me ha mostrado, piadosamente, que, de alguna manera inefable, a Él –inerme, mucho más inerme que en la cuna de Belén– María y José no le dejan».
Otro de los aspectos conmovedores del libro es ver con qué cariño tan filial se dirige a san José para pedirle que le enseñe a amar a Jesús y a la Virgen, y ello se refleja en sus exhortaciones: «quiere mucho a san José, quiérele con toda tu alma, porque es la persona que, con Jesús, más ha amado a santa María y el que más ha tratado a Dios: el que más le ha amado, después de nuestra Madre. Se merece tu cariño, y te conviene tratarle, porque es maestro de vida interior, y puede mucho ante el Señor y ante la Madre de Dios». Nos invita a rezarle y tratarle, con confianza y cariño, y a pedirle que nos enseñe a tratar a Jesús, a rezar, pues la vida interior no es otra cosa que el trato asiduo e íntimo con Cristo, para identificarnos con Él. Y José sabrá decirnos muchas cosas sobre Jesús.
Además, a san Josemaría le gustaba mucho recitar una invocación a san José que la Iglesia propone entre las oraciones preparatorias de la Misa: «José, varón bienaventurado y feliz, al que fue concedido ver y oír al Dios a quien muchos reyes quisieron ver y oír, y no oyeron ni vieron. Y no sólo verle y oírle, sino llevarlo en brazos, besarlo, vestirlo y custodiarlo: ruega por nosotros». Y es que José ha tratado a Jesús diariamente, con cariño delicado. Qué bonito pensar que Jesús debía parecerse a José en el modo de trabajar, en la manera de hablar, en los rasgos de su carácter… Qué gran santo san José, que es elegido por Dios, desde toda la eternidad, para ser padre de Jesús y esposo de la Virgen.
En definitiva, se trata de un libro que puede servir de lectura espiritual, pues invita a la contemplación de san José y al trato íntimo con él. Y él, a su vez, nos mueve a entrar en la acogedora casa de Nazaret y poder así pasar a formar parte de la Sagrada Familia.