A Maria en el misteri de la seua Puríssima Concepció, poesia de Costa i Llobera

Pura com ploma d’angel és la neu
qui resplandeix al sol may trepitjada;
pero més pura sou als ulls de Déu,
¡oh Immaculada!
Net és el cel, si pel claríssim blau
ni una boyrina volandera sura;
pero més neta excelsitut mostrau,
¡oh tota pura!
L1iri entre espines al ermás aspriu
ab son aroma’ls viadors encanta;
talment entre les verges Vós floriu,
¡oh tota santa!
D’Adam nasquéreu en el tronch danyat,
única flor del Paradís novella,
tal qu’en Vós Fruyt diví n’ha germinat,
¡oh tota bella!
Filla, prodigi august del Creador,
Mare, ideal del Déu Sabiduria,
Esposa encant del Esperit d’Amor,
sou ¡oh Maria!
Per Reyna dominau tot l’univers
ab dolça magestat consoladora,
no més terrible al esperit pervers,
¡ oh vencedora!
Si l’excelsa milicia angelical
Reyna vos diu y servitut vos mostra,
de la familia sou del trist mortal:
¡oh Mare nostra!
y bé que ho sou: en tanta excelsitut
nostres misèries no mirau esquiva,
Vós quí, sens culpa, el plor heu conegut.
¡oh compassiva!
Donchs en la vall de llagrimes y mort
a Vós cridam els desterrats fills d’Eva
qu’heretàrem la culpa y la dissort
d’Adam y seva.
A Vós, única exempta d’aquell mal,
qui, honor de nostra sanch purificada,
l’altiva testa del dragó infernal
heu trepitjada.
Mirau com de nou brinda la serpent
fruyt seductor al arbre de la ciència;
salvau-ne, donchs, la perturbada gent.
¡mar de clemència!
Salvau els qu’entre culpes y perills
a vostres ares humilment s’acosten,
y’ls qu’en defugen: que també sòn fills
qui tant vos costen.
y entre la pompa del solemne jorn
ab que avuy vostra gloria hem celebrada,
senyau al poble de tot bé’l retorn,
¡oh Immaculada!

Traducción

De pluma de ángel tiene el claro albor
La nieve en que da el sol, jamás hollada;
Mas ¡sólo en Vos se mira el Creador!
¡Oh Inmaculada!
El cielo es límpido si en el azur
Ni una niebla flotante el ojo apura;
Pero es más limpia vuestra excelsitud
¡Oh toda pura!
Lirio entre espinas en el hosco erial
Con sus aromas al viajero encanta;
Así se excede en Vos lo virginal
¡Oh toda santa!
De Adán el tronco enfermo os vio brotar,
Flor del Edén tan única, que en ella

Divino Fruto llegó a germinar
¡Oh toda bella!
Hija, prodigio augusto del Creador,
Madre, ideal del Dios Sabiduría,
Esposa, encanto del Eterno Amor,
Sois ¡oh María!
Por Reina al Universo domináis
Con dulce majestad consoladora,
Sólo terrible al Perverso os mostráis
¡Oh vencedora!
Si la excelsa milicia angelical
Reina os aclama y sumisión os muestra,
Nacida sois del linaje mortal:
¡Oh Madre nuestra!
¡Soislo, en verdad!; entre tanto esplendor
Nuestras miserias no miréis esquiva,
Vos que, sin culpa, sabéis del dolor,
¡Oh compasiva!
Pues en el valle de muerte y gemir
De Eva y Adán los desterrados hijos,
A Vos clamando, suspiramos ir,
Con ojos fijos
En Vos, la única exenta de aquel mal
Que, honor de nuestra sangre reparada,
La testa altiva al dragón infernal
Tenéis hollada.
Mirad cómo, de nuevo, Lucifer,
Fruto falaz dio al árbol de la ciencia;
Salvad su perturbada gente, pues,
¡Mar de clemencia!
Salvad a los que casi a zozobrar
puestos, para llegar a Vos se aprestan,
y aun a los hijos que huyen vuestro altar
y tanto os cuestan.
y entre la pompa y la solemnidad
Con que es hoy vuestra fiesta celebrada,
De nuevo, el pueblo al bien enderezad
¡Oh Inmaculada!

(Traducción castellana de Tomás Lamarca Vilaró)