La «Iglesia cristiana universal de la nueva Jerusalén» no está en comunión con la Iglesia católica

Así lo ha hecho público recientemente la diócesis de Sora-Aquino-Pontecorvo (Italia) a través de una nota de su obispo, monseñor Gerardo Antonazzo, que ha sido difundida en todas las iglesias de la diócesis en las misas del domingo.
Este grupo cismático, fundado en Italia por la presunta vidente Giuseppina Norcia, lleva años difundiendo doctrinas abiertamente contrarias a la fe católica en tanto que recomienda a los fieles no frecuentar los sacramentos, desaprobar las enseñanzas y la autoridad del Sumo Pontífice, evitar el contacto con los sacerdotes y sus respectivas comunidades parroquiales y transgredir la disciplina eclesiástica. Empeñados en difundir en diversas localidades del sudeste de Roma estas falsas doctrinas religiosas y enseñanzas bíblicas distorsionadas y ajenas a la verdad de los textos sagrados, en octubre de 2015 se constituyeron como sedicente «Iglesia cristiana universal de la nueva Jerusalén», hecho que motivó el examen de la Congregación para la Doctrina de la Fe y cuyo dictamen ha hecho ahora público monseñor Antonazzo. Consciente de su responsabilidad de salvaguardar la integridad de la fe, la comunión eclesial y la acción pastoral de la Iglesia en favor del Pueblo de Dios, el obispo de Sora-Aquino-Pontecorvo ha dejado claro que este grupo pseudo-religioso está en absoluta oposición a la doctrina católica, y por lo tanto no tiene nada que ver con la gracia de la fe y la salvación que Cristo ha confiado a la Iglesia fundada sobre la sólida roca del apóstol Pedro. Y recuerda que los fieles que se adhieren a la mencionada «iglesia» incurren en la excomunión latae sententiae para el delito canónico del cisma, según el canon 1364 del Código de Derecho Canónico.