Contra la demolición de cruces en China

La comunidad católica en Wenzhou, con su nonagenario obispo Mons. Vincent Zhu Weifang a la cabeza, se encuentra unida en contra de la política de demoliciones de cruces en la provincia de Zhejiang (China meridional) que ha afectado ya entre mil doscientos y mil quinientos edificios y cruces.
Este «intento frontal de eliminar las cruces de cada uno de los templos» ya fue denunciado por Mons. Zhu en verano del año pasado en una carta pastoral pero la situación no ha dejado de empeorar a pesar de los esfuerzos realizados por el clero y los fieles de la diócesis por encontrar una solución conveniente. El clero de Wenzhou, en una carta pública, ha llamado recientemente a todos los cristianos y ciudadanos chinos a no permanecer en silencio ante esta injusticia, anunciando su férrea oposición a la campaña y su disposición a defender sus símbolos religiosos: «Viendo una Cruz tras otra ser derribada, hemos gritado de ira y llorado de dolor. Pero usaremos sabia y cuidadosamente cada método disponible para reconstruirlas. (…) Donde es removida una cruz, serán construidas un millón de cruces: en el corazón de cada hombre, a lo largo de las avenidas y en los callejones, y en la casa de cada familia. (…) Con ánimo buscamos la misericordia del Señor, para que nos dé el valor de morir por lo que es correcto, por la paz de la nación, por el verdadero surgimiento de la nación china, para hacer cualquier sacrificio que sea requerido». El pasado mes de agosto el abogado Zhang Kai y su asistente Liu Peng, desplazados a Wenzhou para defender los derechos de los católicos de la diócesis y liderar la batalla legal contra la remoción de las cruces, fueron arrestados por la policía sumándose a los 270 abogados que en toda China han sido arrestados o interrogados por intervenir en este tipo de procesos.
También el Card. John Tong, obispo de Hong Kong, ha denunciado la injusticia manifiesta de la campaña de demoliciones de cruces en Zhejiang solicitando oraciones y sacrificios en defensa de la cruz de Cristo: «Que todos los católicos de Hong Kong elijan una forma de penitencia, como el ayuno o la abstinencia y que recen en modo especial por la libertad religiosa, la dignidad de la fe y compartan los sufrimientos de sus hermanos y hermanas de Zhejiang».