Declarada doctora de la Iglesia por el papa san Juan Pablo II, santa Teresita es la gran doctora de la misericordia para todo el Pueblo de Dios, y su ofrenda al amor misericordioso, es a la vez el centro y el punto culminante de toda su enseñanza: es su gran proposición de santidad para todos los bautizados, en los diferentes estados de vida y para todas las etapas de la vida; laicos y sacerdotes, hombres y mujeres, casados y consagrados.