Autor: Gerardo Manresa Presas

Preparación del centenario de la Consagración de España al Corazón de Jesús

Se eligió la fecha del 30 de mayo de 1919. El 30 de mayo es la fiesta en el calendario de san Fernando rey. De esta manera se buscaba unir esfuerzos; un rey santo como inspiración de un acto que iba realizar otro rey a inicio del siglo xx, Alfonso XIII, el cual, en nombre de toda la nación española, poniéndose delante del santísimo sacramento consagraba España al Sagrado Corazón de Cristo.

Gabriel García Moreno, un hombre fiel a Jesucristo (La consagración de Ecuador al Sagrado Corazón)

En 1675, tras las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús en Paray-le-Monial, santa Margarita María recibió el encargo de difundir el deseo de Jesús de que todas las naciones de la Tierra se consagraran a su Corazón. Lo que poca gente sabe es que dicha petición fue escuchada por primera vez en la República de Ecuador en el año 1873.

Consagración de México al Sagrado Corazón de Jesús

En la fiesta de Epifanía, el 6 de enero de 1914, durante el solemnísimo acto realizado en la Catedral Metropolitana, en presencia de todas las primeras autoridades religiosas y civiles de la nación, cuando por primera vez en México el pueblo cristiano consagró la República de México al Sagrado Corazón de Jesús.

«Salvar la humanidad por la Sagrada Eucaristía» (Emilia Tamisier y los congresos eucarísticos)

Cuando el Señor quiere realizar una obra importante para el bien de los hombres busca siempre almas pequeñas para que se vea que es Él el que actúa y si le dejamos, el plan de Dios llega a ser una realidad. Esto sucedió con un alma humilde como fue la de María Marta Emilia Tamisier

Consagración de las familias al Sagrado Corazón de Jesús

Cuando de niño visitábamos algunas casas por cualquier motivo, con cuánta admiración recuerdo el hecho de que en todas ellas estaba entronizado el Sagrado Corazón de Jesús, bien en las clásicas figuras sedentes en un trono, bien con un marco de un grabado o incluso un calendario con representaciones más o menos afortunadas del divino Corazón.