Beatificación de 127 mártires en Córdoba

El pasado 16 de octubre también fueron beatificados en Córdoba 127 mártires (79 sacerdotes diocesanos, y 39 seglares, 5 seminaristas, 3 religiosos franciscanos y una religiosa Hija del Patrocinio de María; 31 de ellos eran adoradores nocturnos) de la persecución religiosa que asoló España entre 1934 y 1936, sumándose a los once santos y 1.919 beatos ya elevados a los altares.
«Han pasado 85 años de aquel momento supremo –recordaba monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, en una carta dirigida a toda la diócesis–, en el que cada uno de nuestros mártires entregó su vida por Cristo en una muerte cruenta, producida por el odio contra Dios y contra la religión católica. Cada uno de ellos aceptó este sacrificio supremo con un amor más grande, que hace olvidar la crueldad del suplicio, y ahora son presentados en medio de la Iglesia como un testimonio vivo de vida cristiana y como intercesores ante Dios para nuestra diócesis de Córdoba.
» (…) Los ojos de la fe y del amor nos hacen contemplar esta muchedumbre de mártires, que se unen a otros grupos que van siendo glorificados, con verdadera emoción e incluso conmoción espiritual. En la profunda comunión de los santos, en esa solidaridad que Cristo ha establecido por su encarnación, nos sentimos agraciados con esta nube inmensa de testigos, que estimulan nuestra fe (…).
»Y junto a Él, con su Madre santísima están nuestros mártires. A la larga lista de mártires que Córdoba ha dado a la Iglesia, se unen estos recientes, cuyos parientes y conocidos viven entre nosotros, y de cuya intercesión participamos todos. En ellos se verifica el misterio pascual de Cristo, su muerte y resurrección. En ellos se cumple esa realidad que tanto nos cuesta asumir: “¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?” (Lc 24, 25-26). Verdaderamente nuestros mártires han entrado en la gloria eterna por el camino del sufrimiento, –y qué sufrimiento–. Ahora, ellos y nosotros gozamos con la gloria de la que disfrutan, “pues considero que los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día se nos manifestará” (Rm 8, 18). Pensar en ellos llena nuestro corazón de alegría espiritual».
Entre los actos preparatorios de este gran acontecimiento, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, impartió una conferencia en el salón de actos del Palacio Episcopal el 13 de octubre en la que volvió la mirada «a aquel mundo de violencia exacerbada, que fue el del siglo xx, llamado con razón, el siglo de las víctimas y de los mártires cristianos», asegurando que el número de mártires eclesiásticos en toda España no bajará seguramente de los 7.000, siendo la persecución de la Iglesia en nuestro país la persecución que causó el mayor número de mártires en toda la historia del cristianismo occidental.