Familias y parroquias se consagran al Sagrado Corazón de Jesús con motivo del centenario

En agosto de 1907, el padre Mateo Crawley llegó a Paray-le-Monial, donde santa Margarita María de Alacoque había recibido las revelaciones del Corazón de Jesús. Aquí fue donde el padre Mateo descubrió su misión en la Iglesia: la entronización del Corazón de Jesús en los hogares, en los pueblos, en las ciudades y países. Y juntamente con esto la Hora Santa, la consagración de las familias al Sagrado Corazón, la práctica renovada de los primeros viernes, la adoración nocturna y cuanto se refiere a la devoción al Corazón de Jesús.
Vuelto de Chile, donde inició su apostolado, en 1914, viajó a Francia para iniciar en Europa su apostolado, pero por el inicio de la guerra mundial se trasladó a España.
El padre Crawley, inició un movimiento en todo el territorio nacional que permitió la creación de treinta y ocho centros de entronización, entusiasmando al Nuncio, al arzobispo de Toledo y al cardenal de Sevilla, principalmente. En 1919 vuelve a España recorriendo todo el territorio nacional, pudiendo comprobar que varios millares de hogares transformaron su vida familiar para vivir una vida más dedicada a corresponder al Amor de nuestro Salvador.
Este movimiento culminó el año 1919 con la consagración al Sagrado Corazón de toda la nación española, presidida por el rey Alfonso XIII, ante el monumento erigido en el Cerro de los Ángeles. El padre Crawley también asistió a dicha consagración.
Este año se ha celebrado el centenario de dicha consagración y Schola Cordis Iesu, sección del Apostolado de la Oración, en Barcelona, ha querido colaborar en pequeña medida a renovar la consagración de muchas familias de nuestra diócesis de Barcelona y alrededores. Durante los meses de abril y mayo se han ido poniendo en contacto con parroquias, colegios y asociaciones, entregando folletos informativos con textos sobre la devoción al Sagrado Corazón, ya sean de las cartas de santa Margarita con las Promesas del Sagrado Corazón a sus devotos, extractos de las palabras y escritos de los papas, trípticos del acto de consagración y láminas del Sagrado Corazón como recuerdo de dicha consagración, para animar a preparar la consagración que lógicamente debía hacerse en el mes de junio, mes dedicado al Sagrado Corazón. Se consiguió que en más de setenta parroquias, colegios y asociaciones, cientos de familias se consagraran o renovaran su consagración al Corazón de Jesús.
Todas estas consagraciones parroquiales y escolares culminaron con la gran ceremonia celebrada en la basílica del Sagrado Corazón del Tibidabo, el dia 7 de julio, organizada por la Adoración del Tibidabo. En este templo expiatorio, que tiene una larga tradición de adoración perpetua, nocturna y también diurna y anualmente celebra la consagración de las familias al Sagrado Corazón, cientos de personas, abarrotando la Basílica, se consagraron individual y familiarmente al divino Corazón.
Todo este movimiento de animación a la consagración de las familias al Sagrado Corazón tuvo su acto principal el día del Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles, donde el pueblo allí congregado renovó la Consagración de España que un siglo antes había hecho el rey de España.