Encender los corazones de los «católicos culturales»

Jean-Pierre Denis, director del semanario francés La Vie, ha concedido una entrevista a la revista La Nef a raíz de la publicación de su último libro, en el que presenta su visión sobre el actual momento que vive la Iglesia. En ella hace una perspicaz observación sobre determinados juicios, comunes en nuestros días:
«La fe no nace en tierra virgen. No creo en la generación espontánea, y me parece extraño que nos permitamos criticar épocas pasadas afirmando que la fe fue “impuesta”, y que por lo tanto era superficial, mientras que en la actualidad la fe sería “elegida” y, por lo tanto, profunda. ¿De verdad era sociológica la fe de los constructores de Notre-Dame? ¿Una inercia el martirio de las carmelitas de Compiègne? ¿Restrictiva la mística de Teresa de Lisieux? ¡Todo esto no tiene ningún sentido!
Más adelante, el entrevistador le pregunta acerca de la propuesta de Denis, que considera que los católicos no practicantes son la “primera periferia de la Iglesia”, a lo que responde:
Quiero tomar esta declaración al pie de la letra. Quienes dicen “soy católico” o incluso “soy culturalmente católico”, ya están diciendo algo, aunque sea algo aproximativo, superficial o distorsionado. Me temo que hemos echado a muchos de ellos de la Iglesia por mirarles demasiado por encima del hombro. Si no hubiésemos condenado la religión popular, si hubiésemos hablado primero al corazón, podríamos no estar donde estamos. Esas personas que no esperan nada esperan quizás aún algo, como un fuego que parece estar a punto de apagarse. Depende de nosotros tocar sus corazones cuando asisten a un funeral porque tienen que hacerlo o cuando inscriben a sus hijos en una escuela privada para garantizar su éxito académico. No decirles nada es arrojarlos al vacío. Tenemos el deber moral de no hacerlo.»