El año de san José está siendo ocasión de gran cantidad de iniciativas dedicadas a honrar al santo Patriarca del Pueblo de Dios, iniciativas cuyos frutos de santidad sin duda veremos en el futuro.
Una de ellas es la gran marcha de san José, peregrinación que comenzó el pasado 7 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y aniversario de la aparición de san José en Cotignac (Francia), en un primer tramo que une la explanada de La Défense con la basílica del Sagrado Corazón de Montmartre y recorrerá toda Francia hasta el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Virgen María, en que llegará al santuario josefino de Cotignac.
Los promotores de la marcha se han apoyado especialmente en la experiencia de «M de Marie» –asociación que en 2020 peregrinó durante más de tres meses con la imagen de Notre-Dame de France en un carruaje tirado por caballos a lo largo de los 2.000 km que unen, en forma de M, los santuarios de Lourdes, Pontmain, Pellevoisin, Rue de Bac y La Salette– para organizar una peregrinación como san José, «grande y humilde al mismo tiempo. Grande por la cantidad de kilómetros recorridos, ¡más de 900!, y humilde en el espíritu de sencillez evangélica al que se invita».
La iniciativa surgió a raíz de las muestras de entusiasmo recibidas durante la procesión con la estatua de san José de la Marche que tuvo lugar el pasado 19 de marzo por las calles de París y la cada vez más acuciante necesidad de testimoniar públicamente la fe. «La peregrinación es un medio muy fuerte de evangelización. Si no interpelamos a la gente en su ambiente cotidiano –afirmaba Dominique Chevillard, responsable de prensa de la gran marcha de san José, en una entrevista realizada por L’Homme Nouveau– , muchas personas solo verán a la Iglesia a través de los artículos de Le Monde y Libération, recibiendo una imagen degradada que no se corresponde con la realidad de lo que es. Por eso es fundamental poder atravesar todos estos territorios, tanto de la ciudad como del campo, para dar testimonio».
Además de ser un medio privilegiado de mostrar la belleza de nuestra fe, los peregrinos también son invitados a confiar todas las preocupaciones y sufrimientos de la vida a san José. «San José representa la figura paterna de escucha, servicio, ternura y acción que inspira a muchos fieles, sobre todo en estos dolorosos tiempos de pandemia». Y su formato abierto a todos los que quieran unirse, ya sea cinco minutos, una hora o tres semanas, pretende fomentar aún más el espíritu de acogida de la misión.
En España este verano «M de Marie» también ha organizado una peregrinación mariana que salió de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza el pasado 1 de mayo y llegará a Santiago de Compostela el 25 de julio. Y la diócesis de Barcelona, siguiendo la tradición de los siete dolores y gozos de san José, nos
Participantes en la gran marcha de san José el pasado 20 de junio
44 — Cristiandad
junio-julio 2021
invita a su vez a realizar el Camino de san José (¡Id a José!), visitando siete de la iglesias diocesanas a él dedicadas. Quizás más adelante pueda surgir la iniciativa de una peregrinación nacional para solicitar de san José, «poder sin medida», la salvación para nuestra patria.
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