Muy conocidos son los testimonios de Joseph Fadelle (El precio a pagar, Rialp, 2010) o del imán Mario Joseph (Encontré a Cristo en el Corán, Libros Libres, 2013) sobre sus conversiones del islam al cristianismo. Sin embargo, los casos de conversiones de musulmanes son muchísimos más y no paran de crecer. En Irán, por ejemplo, se estima que unas 800.000 personas son actualmente cristianas convertidas del islam.
Como explicaba recientemente Marc Fromager, antiguo director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Francia, en L’Homme Nouveau, el mundo musulmán atraviesa actualmente una crisis profunda y podemos descubrir en él tres actitudes principales. Por un lado encontramos un primer grupo minoritario radical que aboga por un estado islámico e intenta expandir el islam mediante la conquista. Un segundo grupo, sin duda el más importante, está totalmente secularizado o es incluso ateo, como en el caso de las teocracias del Oriente Medio, en las que la población joven apoya cada vez menos la sofocante presión de los ayatolás, muttawas (policía religiosa) y otros garantes del orden islámico. Finalmente, un tercer grupo busca una nueva respuesta religiosa o se deja tocar, muchas veces misteriosamente, por Cristo o la Virgen María. «El Espíritu Santo, afirma Marc Fromager, actúa poderosamente en aquellos países donde los musulmanes descubren a Cristo a través de experiencias espirituales, a menudo sin ninguna mediación humana. ¡Y esto también se produce entre nosotros! ¿Sabéis que cerca del 10% de bautismos de adultos en la Iglesia católica en Francia son de musulmanes convertidos?».
Este hecho, que observamos en todo el mundo, constituye un motivo de alegría y acción de gracias y ha hecho ver la necesidad de promover a nivel mundial una asociación que facilite y acompañe a los nuevos cristianos procedentes del islam en su incorporación a la Iglesia más allá de las iniciativas individuales y casi confidenciales que se venían desarrollando hasta ahora en el mundo católico y en las que los protestantes evangélicos parece que han tomado la delantera.
Con este fin nació el pasado año Mission Ismérie. «Nuestro objetivo es, ante todo, dar respuesta a este movimiento de conversión, pero también participar activamente en él colaborando explícitamente en el anuncio del Evangelio a los musulmanes», concretaba Marc Fromager, su director ejecutivo. La asociación reúne Le Forum Jésus le Messie, Mission Angelus, Clarifier, Famille Ismérie, Les Net Angels, Jésus ou Mohamed? y otros actores particulares que desean hacer partícipes a todos los católicos de este formidable desafío misionero.
«Encontré la manera definitiva de servir a Dios, educando a los niños»
Los escolapios no solo constituyen la primera orden en la historia de la Iglesia dedicada específi camente a la educación y la enseñanza, sino que fueron la primera escuela elemental y media de Europa.