Identificado con el «poverello» de Asís, un enorme legado del papa Francisco ha sido su dedicación a las personas más vulnerables, pues ellos nos «evangelizan» porque nos permiten redescubrir de manera siempre nueva los rasgos más genuinos del rostro del Padre. (V Jornada mundial de los pobres 14/11/2021)
Su pontificado ha estado marcado por el amor y el servicio a las personas que sufren desigualdad y pobreza. Él puso rostro y nombre a los «abandonados», a los «descartados», a las «periferias», animándonos a ser una «Iglesia en salida» utilizando sus propias palabras (Evangelii Gaudium 2013).
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