Elio Gallego, desde El Debate de las Ideas, nos ofrece una interesante reflexión sobre el carácter peudorreligioso de la ideología woke contemporánea:
«“Quien no comprende la religión no entiende la política”, escribe Dalmacio Negro. Y, más en concreto, no está en disposición de entender las ideologías operantes en nuestra época y su función pseudorreligiosa… El wokismo no es sino una parodia del cristianismo. Comenzando por el término por el que quiere ser identificado: Despierto. Término que inmediatamente remite a la Epístola de san Pablo a los Efesios, donde el Apóstol hace esta invocación: Despierta tú que duermes [5, 14]. Y, con anterioridad, en un pasaje transcendental, escribe:
“Él [Cristo] es nuestra paz: el que de los dos pueblos ha hecho uno, derribando en su cuerpo de carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la ley con sus mandamientos y decretos, para crear, de los dos, en sí mismo, un único hombre nuevo, haciendo las paces. Reconcilió con Dios a los dos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en Él, al odio. Vino a anunciar la paz: paz a vosotros los de lejos, paz, también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre por medio de Él en un mismo Espíritu” [2, 14-18].
Si procedemos ahora a eliminar toda remisión a Dios, al Espíritu Santo o a Cristo, nos encontramos con que el Apóstol apela a:
Derribar el “muro de separación”: Abolir la “ley” con sus mandatos y reglas.
Dar muerte al “odio”.
De modo que, abolidos el muro, la Ley y el odio vendrá un estado de paz y emergerá un “único hombre nuevo”. Pues bien, a nuestro juicio, ésta es la mejor y más sintética descripción de la ideología woke. Pues de modo análogo a como el marxismo puede ser visto como una versión sin Dios del mesianismo judío, el wokismo sería una versión del cristianismo paulino sin Cristo… En suma, lo woke es, en sí mismo, una parodia del cristianismo tal y como éste fue expresado paradigmáticamente por san Pablo”»