• Portada
  • Historia
  • Hemeroteca
  • Suscripción
  • Redacción
  • Acceso
  • Registro
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD

San Atanasio (y 11): Últimos años de san Atanasio

Por Gerardo Manresa Presas
mayo 2023
en Pequeñas lecciones de historia, Secciones
3 min de lectura

PublicacionesRelacionadas

El ocaso de la Iglesia en Irak

«Para que podamos quedarnos en nuestra querida tierra»

febrero 2016
«Quiero hacer amar al Amor»

El mártir San Sebastián

mayo 2019
DIOS, la historia y el hombre, de Sánchez Saus, Rafael,

DIOS, la historia y el hombre, de Sánchez Saus, Rafael,

septiembre 2023

JULIANO el Apostata, murió pronto, el 26 de junio del 363, tal como había profetizado Atanasio.
Estando en el Alto Egipto le llega la noticia de la muerte del emperador, al que le sucede un emperador cristiano, Joviano. Atanasio vuelve entonces secretamente a Alejandría, donde pronto recibe un documento del nuevo emperador reinstalándolo una vez más en sus funciones episcopales. Es el final del 4º exilio, julio del 363. Su primer acto fue convocar un concilio que reafirmó los términos del Credo de Nicea.
A principios de septiembre partió para Antioquía, llevando una carta sinodal que contenía los pronunciamientos de este concilio. En Antioquía se entrevistó con Joviano, quien lo recibió afablemente e incluso le solicitó preparar una exposición de la fe ortodoxa. Pero Joviano murió el siguiente febrero.
Proclamado Valentiniano, nuevo emperador, nombra a su hermano Valente emperador del Imperio
Oriental, que enseguida cae bajo la infl uencia arriana, y a principios del año 365, por un edicto imperial destierra de nuevo a los obispos depuestos por Constancio II y reinstaurados por Juliano y que habían vuelto a sus diócesis. Las noticias crearon máxima consternación en la propia ciudad de Alejandría, y el prefecto, para prevenir serios disturbios, dio garantías públicas de que el muy especial caso de Atanasio sería expuesto ante el emperador. Pero el santo parece haber adivinado lo que en secreto se
preparaba contra él. Sigilosamente partió de Alejandría el 5 de octubre, y adoptó como morada una casa de campo de su propiedad en las afueras de la ciudad. Es durante este período que se dice pasó cuatro meses oculto en la tumba de su padre (5º exilio: octubre 365). Valente, quien parece haber temido sinceramente las consecuencias de un levantamiento popular, dio orden, pocas semanas después, para el regreso de Atanasio a su sede. El 1º de febrero de 366 es el fi nal del 5º exilio.
Y comienza ahora el último período de un gobierno tranquilo de su archidiócesis con el que terminó
su agitada y extraordinaria carrera. Pasó sus restantes días, «enfatizando nuevamente el punto de vista de la Encarnación que se había definido en Nicea y que ha sido esencialmente la fe de la Iglesia cristiana desde su primer pronunciamiento en la Escritura hasta sus últimas manifestaciones», en labios del Papa San Pío X de nuestro tiempo. En estos años mantuvo correspondencia con Basilio de Cesarea. Una vez fue desplazada la herejía arriana, que concebía al Verbo como criatura, algunos empezaron a afi rmar que el Espíritu Santo no era Dios. Basilio, como Atanasio, define el carácter distintivo del Espíritu Santo en términos de su relación con Dios, el Padre y el Hijo. El estado y la posición en su relación definen el carácter distintivo de cada miembro de la Trinidad.
También en sus últimos años refuta a Apolinar de Laodicea, un hereje que identifica el alma de Cristo con su divinidad, lo cual signifi caría que Cristo no sería verdaderamente hombre.
Pero los escritos del obispo de Alejandría han adquirido una nueva tonalidad: ya no se muestra tanto
como intrépido defensor de la fe, sino como un padre entristecido por los errores que se suscitan a su
alrededor. También emplea su tiempo en escribir comentarios sobre las Escrituras. Más allá de la Escritura y de la verdadera ciencia, escribía, hace falta una vida buena, un alma pura y virtud según Cristo… para que el alma pueda obtener y captar lo que desea (la ciencia de la sabiduría divina).
Permitamos que lo que fue confesado por los Padres de Nicea prevalezca, escribió a un fi lósofo amigo y corresponsal en los últimos años de su vida (Epist. LXXI, ad-Max.). Que esa confesión prevaleciera finalmente en los diversos formularios Trinitarios que siguieron al de Nicea se debió, humanamente hablando, más a su laborioso testimonio que al de cualquier otro paladín en la larga
lista de maestros del catolicismo. Por una de esas inexplicables ironías con las que nos tropezamos por todos lados en la historia humana, este hombre, que había soportado el exilio con tanta frecuencia, y que arriesgó la propia vida en defensa de lo que creía era la primera y más esencial verdad del credo católico, no murió violentamente ni ocultándose, sino pacífi camente en su propio lecho, rodeado de su clero y llorado por los fi eles de la sede a la que tan bien había servido. San Atanasio murió el 2 de mayo de 373, tenía setenta y cinco años. Los obispos –dice el Catecismo de la Iglesia Católica– tienen como primer deber anunciar a todos el Evangelio de Dios… Son los maestros auténticos, por estar dotados de la autoridad de Cristo (CEE 888).
¡Este fue el Padre de la Iglesia, a quien D. Francisco Canals admiraba por su indestructible caridad, fe
y ortodoxia

Etiquetas: 4º y 5º exilios de San AtanasioMuerte de san AtanasioSan Atanasio
Publicación anterior

«Madre de los desamparados» (Vicente Calatayud Llobell, Pbro )

Siguiente publicación

La doctrina de la Iglesia a juicio

Publicaciones Relacionadas

Mártires del siglo XX en España

Los atacantes gritaban: «¡Mueran las monjas!», y ellas morirían exclamando: «¡Viva Cristo Rey!» (Homilía del Cardenal Mons. Becciu)

julio 2019

En la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid tuvo lugar la Beatificación de catorce mártires Concepcionistas Franciscanas asesinadas por odio a la fe en la persecución religiosa desatada en España en el año 1936, presidida por...

Secciones

Nuevo Testamento: La oveja perdida (san Lucas 15,1-7)

enero 2016

Comentario de san Gregorio recogido por santo Tomás de Aquino en Catena aurea. Y se acercaban a Él los publicanos y pecadores para oírle. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Éste recibe pecadores, y come con ellos»....

Buscar por fecha…

¡Clama ne cesses!

Últimas publicaciones

El amor al Papa

El amor al Papa

mayo 2025

Escritura para el piadoso tránsito de Su Santidad Francisco

mayo 2025
«Corramos al encuentro de Jesús». Última homilía del papa Francisco

«Corramos al encuentro de Jesús». Última homilía del papa Francisco

mayo 2025

Temas

Actualidad Actualidad Política Actualidad Religiosa Apostolado de la oración Cataluña Comunismo Cristiandad, Revista Cristo Rey Editorial España Estados Unidos Eucaristía Europa Familia Filosofía Fragmentos Francia Grabados Historia Iglesia Inglaterra Israel León XIII Liberalismo Mariología Navidad Orlandis i Despuig S.I., Ramón PAPAS (alocuciones, discursos, fragmentos,etc.). Persecución Religiosa Poesía Pío IX, Beato Pío XII Reino de Cristo Religión Rusia Sagrado Corazón de Jesús San Juan XXIII Santa Teresita del Niño Jesús Schola Cordis Iesu Sociología Sociología cristiana Teología de la Historia Varios Vaticano II, Concilio Virgen María

Plura ut unum

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

diciembre 2020
«El programa de la época es la persecución»

«El programa de la época es la persecución»

octubre 2020

El belén, escuela de sencillez

diciembre 2019
  • Aviso legal
  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Política de contratación
CRISTIANDAD - Al Reino de Cristo por los Corazones de Jesús y María.

Copyright © 2015-2025. CRISTIANDAD. Todos los derechos reservados. Powered by APG.

¡Bienvenido a CRISTIANDAD!

Identifícate con tu cuenta

¿Olvidaste la contraseña? Regístrate

¡Crea una nueva cuenta!

Rellena el siguiente formulario

Rellena todos los campos. Identifícate

Recupera tu contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer tu contraseña.

Identifícate
Gestionar consentimiento
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
  • Acceso
  • Regístrate
  • Carrito
¿Seguro que quieres desbloquear esta publicación?
Desbloqueos disponibles : 0
¿Seguro que quieres cancelar la suscripción?