Según recoge Aciprensa, el papa Francisco aprobó el pasado 5 de mayo, junto a la declaración de las virtudes heroicas de los sacerdotes italianos Francesco Caruso (1879-1951) y Carmelo De Palma (1876-1961), del sacerdote redentorista español Francisco Barrecheguren Montagut (1881-1957) y de su hija María de la Concepción Barrecheguren y García (1905-1927), la declaración de venerable de Matteo Farina, joven italiano que murió a los 19 años a causa de un tumor cerebral.
La parroquia donde Farina recibió los sacramentos estaba bajo el cuidado de los frailes capuchinos, de quienes aprendió la devoción por san Francisco y el padre Pío. Desde los ocho años, el joven se confesaba a menudo y se dedicó a leer la Palabra de Dios y rezar el Rosario a diario. Pero dos acontecimientos marcarían su vida: un sueño y el descubrimiento de un tumor cerebral.
A los nueve años de edad Matteo sueña con san Pío de Pietrelcina, que le revela el secreto de la felicidad y le encarga divulgarlo a todos: «Si eres capaz de comprender que quien vive sin pecado es feliz, debes hacerlo entender a los demás, de manera que podamos ir todos juntos felices al Reino de los Cielos».
Cuatro años más tarde de este sueño aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, que afronta con la alegría que brota de la fe. Durante ella escribe en su diario: «Querías gritarle al mundo que harías todo por tu Salvador, que estabas listo para sufrir por la salvación de las almas y morir por Él. [Ahora] tendrás la manera de demostrarle tu amor».
El 24 de abril de 2009 fallecía rodeado de su familia y amigos.
Impacto socioeconómico de la actividad cultural de la Iglesia
Afirmaba León XIII en una de sus clarividentes encíclicas que «la Iglesia, aunque por sí misma y en virtud de su propia naturaleza tiene como fin la salvación y la felicidad eterna de las almas, procura, sin embargo, tantos...