En el marco del centenario de la Consagración de España al Corazón de Jesús, D. José Ramón Godino nos ofrece un acercamiento histórico y doctrinal a la devoción al Corazón de Jesús desde sus inicios hasta la actualidad.
«La Santa Sede ha concedido a la diócesis de Getafe un año jubilar con ese motivo que coincide con el año litúrgico. Se ofrece así la oportunidad de participar en los misterios de la vida de Cristo, al ritmo de la Liturgia, desde el Corazón de Cristo. El lema elegido “sus heridas nos han curado” quiere recoger la invitación del Papa a promover una nueva etapa evangelizadora saliendo al encuentro de las heridas de nuestros contemporáneos».
El libro está estructurado en tres partes. En la primera, se desarrollan los antecedentes históricos que llevaron al proyecto de consagración de España al Sagrado Corazón a finales del siglo xix y principios del xx. En esta génesis, el autor hace un recorrido que va desde santa Margarita María de Alacoque y san Claudio la Colombière, pasando por el beato Bernardo de Hoyos –con la Gran Promesa «Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes» y el libro El tesoro escondido–, hasta León XIII y los movimientos de consagración al Corazón de Cristo. Entre ellos, en 1873 tiene lugar la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón, por García Moreno, presidente del país. Más tarde, el año 1899 León XIII, como preparación al Año Jubilar de 1900, escribe la encíclica Annum Sacrum, en la que justifica que tan señalada fecha es digna de una gran celebración como es la consagración del género humano al Corazón de Jesús, en continuidad con los pontífices anteriores que habían ido extendiendo la fiesta y la devoción hasta aquel momento.
En la segunda parte se explica con detalle el acto de consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, que tiene lugar en una época de crisis económica, social, política y religiosa, y se detallan también los frutos de dicho acto. En los antecedentes tiene mucha importancia el padre Crawley, religioso de la congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María, impulsor de la entronización de la imagen del Sagrado Corazón en los hogares católicos, iniciativa que se une a la de los jesuitas de consagración de las familias, introduciendo así el reinado social de Cristo. Y también la construcción de un monumento al Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles. En la ceremonia de inauguración de este monumento, Alfonso XIII, ante el Santísimo Sacramento expuesto después de la misa, leyó una oración de consagración de España al Corazón de Jesús, hecho inesperado y que causó gran sorpresa en los fieles presentes y en toda España: se cumplían así los deseos del padre Hoyos. Por último, los frutos. D. José Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe, en la entrevista «El Corazón de Jesús y la Iglesia del tercer milenio», expresa que «un fruto admirable de lo realizado en 1919 es, sin duda, la estela numerosa de mártires que en los años dramáticos de la persecución religiosa, reaccionaron con amor y perdón ante quienes les arrancaban la vida por odio a la fe».
«La espiritualidad se plasma a través de los santos». En la tercera parte del libro, se refleja la espiritualidad del Corazón de Jesús en la vida concreta de tres santos españoles –santa Maravillas de Jesús, fundadora del convento de carmelitas del Cerro de los Ángeles, san Josemaría Escrivá de Balaguer, que consagró toda la Obra al Sagrado Corazón en la fiesta de Cristo Rey en 1952, y san Manuel González, sacerdote apóstol de los sagrarios abandonados– y del padre Luis María Mendizábal, fallecido en 2018 y gran difusor de la devoción en las últimas décadas.
«El Año Jubilar con motivo de la celebración del Centenario de la Consagración de España al Corazón de Jesús está siendo, sin duda, un momento de gracia que nos ofrece la oportunidad de volvernos al misterio del amor de Dios simbolizado en el Corazón entregado y traspasado de Cristo». Con estas palabras de Mons. Ginés García Beltrán, obispo de Getafe, nos invita a leer las páginas de este libro y prepararnos para este gran acto.
Comentario de san Juan Crisóstomo a los salmos
«Ten misericordia de mí y escucha mi oración» Aunque hagamos innumerables cosas buenas, seremos escuchados por la gracia y la clemencia. Aunque lleguemos a la propia cima de la virtud, seremos salvados por la misericordia. De ahí que debamos...