El Centro de Orientación Familiar que ofrece el obispado de Alcalá de Henares (COF «Regina Familiae»), dedicado a la orientación, promoción y desarrollo de la familia y a la defensa de la vida humana desde los presupuestos de la antropología cristiana y en fidelidad al magisterio de la Iglesia, ha saltado estos últimos días a las primeras páginas de la prensa gracias a diferentes noticias falsas publicadas por un medio de comunicación y utilizadas después para atacar a la Iglesia.
Una de estas noticias –cuyo titular fue: «El obispado de Alcalá celebra cursos ilegales y clandestinos para curar la homosexualidad»– tiene su origen en un montaje teatral construido «ad hoc» en el que un periodista, «haciéndose pasar por un joven que quiere cambiar su orientación», acude a dicho centro solicitando ayuda y consejo pero únicamente con el fin de provocar una conversación manipulada sobre la ideología de género y su amparo legislativo y obtener así una recopilación de textos, sacados de su contexto, que impugnan los postulados de género.
A raíz de este nuevo ataque contra la Iglesia de Alcalá de Henares, la Conferencia Episcopal Española ha manifestado su pleno apoyo y afecto a su obispo, monseñor Reig Pla, mostrando su preocupación al «asistir, de nuevo, a un ejercicio de manipulación de la verdad y desinformación intencionada que termina provocando el “odio” que se dice querer evitar o denunciar. Defendemos la libertad de conciencia de cada persona para afrontar sus diversas situaciones existenciales buscando ayuda y acompañamiento en las personas e instituciones que les merecen confianza, entre otras, las de la Iglesia. Afirmamos la libertad de la Iglesia (…) para ofrecer su visión de la persona y acoger y acompañar a quien libremente se acerque a ella para crecer en un desarrollo humano integral desde el anuncio del Evangelio y el amor misericordioso de Dios».
También los fieles de la diócesis alcalaína quisieron mostrar su respaldo a monseñor Reig Pla el pasado sábado 6 de abril mediante el rezo del rosario y la participación en la Santa Misa celebrada en la catedral por su prelado con el objetivo de dar gracias al Señor, testimoniar a los sacerdotes y seminaristas que el Pastor, en los momentos de dificultad, no abandona nunca su rebaño y expresar el amor entrañable de la Iglesia a todos los colaboradores del COF y a cuantos pasan por allí buscando una palabra de esperanza y consuelo para su sufrimiento.
Durante la homilía, el obispo de Alcalá de Henares reflexionó sobre los acontecimientos vividos en los últimos días en la diócesis con estas sentidas palabras: «Están dañando a nuestros hijos, están dañando una misión de la Iglesia como son los COF, donde acude libremente cualquier persona, y esto no lo podemos consentir. No se trata en ningún momento de ir contra nadie pero sí de salvaguardar la libertad de la Iglesia, de salvaguardar la libertad religiosa y de empeñarnos, si es necesario hasta el martirio, por servir a aquellos que sufren y esperan una palabra de esperanza de nosotros, los pastores de la Iglesia. No los podemos abandonar. (…) Esto de los obispos es un milagro que ha hecho la Virgen de Fátima. (…) Pero ha habido un segundo milagro. Y es que los jóvenes que están siendo atendidos en nuestro COF han salido a manifestar su testimonio, y esto en España es una novedad absoluta porque el tema de lo que significa la educación de la afectividad, la educación en la maduración del amor, en la masculinidad y la feminidad, es un tabú en España. Que haya valientes (…) que salgan a dar testimonio del bien que la Iglesia les proporciona para madurar en su masculinidad y su feminidad y en su vocación al amor es algo nuevo.
»“Nuestro Dios abre caminos en el mar” (cf. Is 43, 16). Y el mar en estos momentos en España es un mar tempestuoso, porque vivimos una cultura perversa, vivimos momentos en que la libertad es desordenada y de ello se quiere hacer gala y justicia en las leyes que se aprueban en España. Es establecer el mal como bien y darle el título de justicia. (…). Nosotros no somos políticos, ni vamos a hacer frente a nada en el campo de lo que significa la política, pero sí somos fieles a lo que hemos recibido del Señor, lo que hemos recibido en la Iglesia Católica, lo que hemos recibido de nuestros padres, de nuestros catequistas, de nuestros sacerdotes y, por tanto, hoy, mañana y siempre, este obispo reclamará una única cosa: la libertad religiosa para poder enseñar la Buena Noticia de que el Señor está con nosotros, de que abre caminos en el mar.
» (…) También hoy (el Señor) nos abre caminos de libertad y de esperanza, porque sólo Él, Creador y Redentor, es el único que puede darnos un futuro y un destino eterno. (…) En España estamos viviendo un momento de ideología plena en todos los campos, de una cerrazón a lo que es la verdad sobre la persona humana y sobre el amor humano, y una presión y un acoso que pasa por los centros educativos de nuestros niños y de los adultos, que pasa por todas las organizaciones sociales y por todos los partidos. La voz de la Iglesia es una voz de esperanza que anuncia alegría al corazón y es una voz profética que reclama siempre la libertad para decir con el profeta Isaías: En este desierto y este sufrimiento que estás padeciendo en tu propia vida personal, matrimonial o familiar, de relaciones con otros, la Iglesia tiene una palabra para ti. Que además está testificada porque la Iglesia es experta en humanidad y recoge toda una tradición de siglos, porque sabemos qué hay que decirle al corazón humano, sabemos qué es lo que hace la gracia de Dios».
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