Querido hermano:
El próximo año 2019 celebraremos, D.m., el centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Con este motivo he solicitado a la Santa Sede la celebración de un Año Jubilar, que se nos ha concedido. El Año Jubilar coincidirá con el año litúrgico, comenzando el 2 de diciembre de 2018 (primer domingo del Adviento) y concluyendo el 24 de noviembre de 2019 (solemnidad de Jesucristo, Rey del universo). Invitamos así a participar en los misterios de la vida de Cristo, desde su Sagrado Corazón, al ritmo del ciclo litúrgico.
El Cerro de los Ángeles, donde se levantó el monumento al Corazón de Jesús con motivo de la Consagración, se encuentra hoy ubicado en la diócesis de Getafe. Por esta razón, hemos asumido la responsabilidad de la celebración del Centenario; conscientes, no obstante, de que la Consagración al Corazón de Jesús fue de toda España, te invitamos a participar con tu diócesis en la celebración de este evento, en la forma que consideres más oportuna. Entendemos que puede ser una oportunidad preciosa de renovación de la vida cristiana y de la misión evangelizadora, testimoniando la primacía del Amor de Dios que se nos ha revelado en el Corazón del Redentor.
Hemos escogido como lema: «Sus heridas nos han curado» (1 Pe 2, 24), y hemos programado diversos actos de formación, celebración, compromiso y oración: simposios, congreso de evangelización, itinerario para peregrinos, y, como momento central, la renovación de la Consagración de España al Corazón de Jesús, el 30 de junio.
En el Cerro, y para los peregrinos que quieran ganar las gracias del Jubileo, ofreceremos a diario la posibilidad de participar en la celebración de la Eucaristía y del sacramento de la Penitencia, además de otros actos de formación y devoción: proyecciones, exposiciones temáticas, espacios para la meditación y retiro espiritual, sin olvidar la ermita de la Virgen de los Ángeles, patrona de la diócesis de Getafe, como lugar mariano privilegiado para la oración y el encuentro con la Madre del Redentor.
Las circunstancias socioculturales han cambiado en estos cien años, pero no la siempre actual necesidad de poner a Cristo en el centro de nuestras vidas y de la vida del mundo. Por eso queremos renovar nuestra consagración al Corazón del Redentor, para en Él y con Él seguir sanando tantos corazones desgarrados.
Aprovecho esta ocasión para renovarte mi afecto fraterno. Un abrazo en el Señor.
Ginés García Beltrán