• Portada
  • Historia
  • Hemeroteca
  • Suscripción
  • Redacción
  • Acceso
  • Registro
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD

Santa Margarita de Cortona

Por Gerardo Manresa Presas
enero 2016
en «Gracias Señor por tus misericordias», Secciones
6 min de lectura

Infancia piadosa

Margarita de Cortona nació el año 1247 en Laviano, en el seno de un matrimonio católico labriego. Su madre fue la educadora de la niña en el amor a la familia y en la piedad, enseñándola a rezar y a vivir en gracia de Dios. Una de las oraciones que le enseñó su madre y que ella no olvidaría jamás rezaba: «Señor, te ruego por la salvación de todos aquellos por los que tú quieres que yo te ruegue». Cuando Margarita cumplió los siete años, sucedió algo que cambiaría su suerte. Su madre murió y su padre se volvió a casar con una mujer dominante y agresiva, que no ejerció de madre con Margarita sino más bien de madrastra hostil y envidiosa. A partir de ese momento, la vida para Margarita se hizo muy difícil, pues su padre, Tancredo de Bartolomei, se dedicaba por entero al trabajo en el campo y ella se encontró sin alegría, sin confianza y sin afecto. Así pues, estando Margarita con semejante falta de afecto, se dedicó a buscar el cariño fuera del hogar.
Vanidad de vanidades

PublicacionesRelacionadas

El peligroso engaño de la ideología vegetariana

Descubrir el centro del universo

febrero 2022

Celia y Luis (IX): la Virgen de la sonrisa

noviembre 2016
El peligroso engaño de la ideología vegetariana

Teología de la liberación: ni espontánea ni popular

septiembre 2019

Margarita era una joven muy bella, alta y de rostro agraciado, de manera que llamaba la atención de los jóvenes de los pueblos cercanos. Por esta razón, poco a poco, fue desarrollándose en ella el deseo de libertad y de vanidad. Un día, un joven noble y rico se enamoró de Margarita, que por entonces tenía quince años. El joven se llamaba, probablemente, Arsenio y tenía un palacio en Montepulciano y otro en el campo, en Valiano. Arsenio se propuso conquistar a la joven por todos los medios posibles. Primero, los halagos, luego, las promesas y regalos y, finalmente, el dinero, que fue lo que realmente excitó la vanidad de la joven haciendo que cediese y se fuese con él a su casa, con la promesa –jamás cumplida– de que se casaría con ella. Así fue cómo Margarita, a los dieciséis años, cansada de su madrastra y movida por la búsqueda de afecto y amor, se escapó secretamente una noche, a través del río, con Arsenio. Éste remó ansiosamente para atravesar el ensanchado cauce del Chiana pero, un choque hizo que la barca volcase. Arsenio, a nado, consiguió salvar a Margarita que, nerviosa y empapada, pensó si este primer accidente no sería un aviso de lo alto. Sin embargo, esquivó la luz y se fue con Arsenio a su palacio en Montepulciano. La realidad que le esperaba sería distinta a lo imaginado, la joven había salido del dominio de su madrastra para convertirse en la concubina de un hombre rico, no en su esposa y señora. Margarita vivió con Arsenio durante ocho años y tuvo un hijo con él. Vivían entre lujos, fiestas, placeres y vestidos. Disfrutó despilfarrando y presumiendo con orgullosa vanidad y, además, no ocultó sus relaciones amorosas ilícitas sino que hizo alarde de ellas.
Sin embargo, la joven estaba profundamente inquieta en su interior, no era realmente feliz y añoraba el hogar paterno donde, por lo menos, tenía honor. Margarita sabía que su conciencia no era libre, que era esclava del pecado y que estaba alejada de Dios. Estuvo largo tiempo en el umbral de la lucha entre el deseo de romper con el pecado y la debilidad por sus pasiones. Sin embargo, Margarita llevaba dentro de su corazón la piedad que su madre le infundió en la infancia; por eso, a veces, lloraba a solas su rebajamiento moral y otras, cuando recibía reverencias les decía que no las merecía. Incluso un día, llegó ella misma a predecir su conversión: «No hagáis caso de estas cosas –decía a las amigas envidiosas de su elegancia–, día vendrá en que peregrinaréis para visitar mi sepulcro». A pesar de todo, a veces se retiraba al bosque para orar y también practicaba limosna con los pobres, cosa que muchos pensaban que lo hacía para relajar su conciencia. Margarita pidió a Arsenio arreglar la situación mediante el matrimonio pero, él siempre se negó y deseó vivir más tiempo en aquella libre unión. Ella rogaba a Dios que la ayudase y la sacase de esa situación de pecado.

Tragedia seguida de misericordia y conversión

Durante el año 1273, la pareja residió temporalmente en una casa de campo a las afueras de Montepulciano. Una mañana, el marqués fue a visitar las posesiones, acompañado de su inseparable lebrel. En el bosque de Petrignano unos hombres armados le cosen a puñaladas y esconden su cuerpo ensangrentado bajo unas ramas. Al segundo día, Margarita advierte la vuelta del perro que emite aullidos lastimeros y tira insistente de la falda de su ama como diciendo: «Sígueme». Ella le sigue con dolorosos presentimientos. En el bosque, debajo de un roble, frente al cual se detiene el perro, hay un montón de ramas. Margarita las separa y, en estado de putrefacción y con horrorosas heridas, reconoce el cadáver. Aquel acontecimiento le sacudió de tal manera que provocó un cambio radical en su vida. Rápidamente sintió la gracia que le inundó. Primero, tuvo una gran pena y dolor. Después, un enorme remordimiento por todos sus pecados y ofensas que le llevó a despreciar toda su vida anterior y a iniciar una vida de austeridad, sin adornos y con humildes vestidos. Incluso trató de desfigurar su belleza natural frotándose el rostro con una piedra. Margarita llegó a decir: «En Montepulciano perdí la honra, la dignidad, la paz; todo, menos la fe». Se sentía muy pecadora y quiso comenzar su conversión precisamente donde había empezado su vida de pecado. Por ello, vendió todas sus joyas y objetos de lujo y volvió a Laviano, a su casa paterna, acompañada de su hijo de siete años. Pero su padre no la acogió sino que, influido por la madrastra, la rechazó. Sin saber qué hacer ni a dónde ir, quedó llorando bajo una higuera donde se vio muy tentada por el demonio que la animaba a seguir con la vida fácil, la vida de pecado. El combate fue violento, pero la gracia sobreabundó y rechazó la tentación. Pidiendo la iluminación de Dios, creyó que éste le decía: «Tu padre terreno te ha abandonado, tu Padre celestial te recibirá. Ve a Cortona y ponte bajo la dirección de los frailes menores».
Margarita había experimentado el fuerte y misericordioso abrazo de Jesús. Lloró amargamente la muerte de Arsenio y el dolor de sus pecados, pero vio en aquel suceso la mano tendida de Dios. En la muerte del amante había comenzado la vida para el Amor.

Franciscanismo y vida nueva

De camino a Cortona, dos nobles damas se acercaron a ella y con palabras caritativas y afectuosas se ofrecieron para ayudarla. Ellas mismas se preocuparían de la educación de su hijo y a ella, la recomendaron al franciscano Giunta Bevegnati, en quién encontraría asistencia espiritual. Él supo guiar su espíritu ardoroso, por la penitencia reparadora y la confianza, hasta llegar a la unión consumada mediante el ingreso en la Tercera Orden de San Francisco, en junio de 1276. El ingreso fue para ella una verdadera transfiguración. Buscaba con ansia el retiro, la oración, el ayuno y las injurias. Rezaba a Jesús: «Servirte siempre y no ofenderte jamás. Luego, llévame donde quieras». La vida de Margarita en Cortona cambió radicalmente. Pensando en el amor que Dios tiene a sus criaturas y sabiéndose ella una privilegiada, quiso responder a ese amor practicando las dos vertientes de la vida cristiana: la contemplación por la manifestación de su amor a Jesucristo en la oración y la vida activa por medio de la acción caritativa, socorriendo a los pobres y en especial, a mujeres embarazadas, de quienes será patrona posteriormente. Llevaba una vida austera y de penitencia, aunque también experimentó favores celestiales como éxtasis, revelaciones o visiones místicas. Ella misma reveló que el Sagrado Corazón de Cristo le dijo: «Quiero que tu conversión sea un ejemplo para muchos pecadores, para que se sientan animados también a dejar la vida de pecado que han llevado, y a emprender desde ahora en adelante una vida llena de buenas obras. Deseo que todos los pecadores de todos los siglos recuerden que estoy dispuesto a recibirlos con los brazos abiertos como el padre recibió al hijo pródigo».
Cuando Margarita se angustiaba pensando en si Jesús le habría perdonado todos sus pecados, oía su voz que le decía: «Porque he muerto en la cruz por salvarte, por eso te perdono todas tus culpas, sin dejar ninguna que no quede perdonada. Glorifícame, y yo te glorificaré. Ámame, y yo te amaré». Ojalá la misericordia que tuvo el Señor con santa Margarita de Cortona sea un ejemplo para todos nosotros, para que también nos sepamos perdonados y acogidos en su Sagrado Corazón, especialmente en este Año de la Misericordia.

Etiquetas: La caridadMisericordia y conversiónOrden terciaria de san FranciscoSanta Margarita de Cortona
Publicación anterior

«Dios se ha enamorado de nuestra pequeñez»

Siguiente publicación

El Cottolengo del padre Alegre

Publicaciones Relacionadas

Orientaciones bibliográficas

Defendiendo a Alá, llegué a Jesús, Nabeel Qureshi

abril 2018

Defendiendo a Alá, llegué a Jesús. Esta autobiografía de Nabeel Qureshi, musulmán converso a la fe cristiana, narra una progresión lógica de pensamientos y recuerdos personales que el autor vivió durante su infancia y juventud. En ella puede encontrarse...

Orientaciones bibliográficas

«Tesoro escondido» de Bernardo de Hoyos

diciembre 2018

En mayo de 1733 el padre Agustín de Cardaveraz escribe a su amigo el padre Hoyos, entonces residente en el colegio San Ambrosio de Valladolid, acabando sus estudios de teología, y le pide que le envíe un extracto del...

Buscar por fecha…

¡Clama ne cesses!

Últimas publicaciones

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

abril 2025

abril 2025

Tiempos martiriales

abril 2025

Temas

Actualidad Actualidad Política Actualidad Religiosa Apostolado de la oración Cataluña Comunismo Cristiandad, Revista Cristo Rey Editorial España Estados Unidos Eucaristía Europa Familia Filosofía Fragmentos Francia Grabados Historia Iglesia Inglaterra Israel León XIII Liberalismo Mariología Navidad Orlandis i Despuig S.I., Ramón PAPAS (alocuciones, discursos, fragmentos,etc.). Persecución Religiosa Poesía Pío IX, Beato Pío XII Reino de Cristo Religión Rusia Sagrado Corazón de Jesús San Juan XXIII Santa Teresita del Niño Jesús Schola Cordis Iesu Sociología Sociología cristiana Teología de la Historia Varios Vaticano II, Concilio Virgen María

Plura ut unum

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

diciembre 2020
«El programa de la época es la persecución»

«El programa de la época es la persecución»

octubre 2020

El belén, escuela de sencillez

diciembre 2019
  • Aviso legal
  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Política de contratación
CRISTIANDAD - Al Reino de Cristo por los Corazones de Jesús y María.

Copyright © 2015-2025. CRISTIANDAD. Todos los derechos reservados. Powered by APG.

¡Bienvenido a CRISTIANDAD!

Identifícate con tu cuenta

¿Olvidaste la contraseña? Regístrate

¡Crea una nueva cuenta!

Rellena el siguiente formulario

Rellena todos los campos. Identifícate

Recupera tu contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer tu contraseña.

Identifícate
Gestionar consentimiento
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
  • Acceso
  • Regístrate
  • Carrito
¿Seguro que quieres desbloquear esta publicación?
Desbloqueos disponibles : 0
¿Seguro que quieres cancelar la suscripción?