Dedicamos este número a presentar de forma resumida algunas de las ponencias que se leyeron en el congreso internacional sobre el Sagrado Corazón de Jesús que tuvo lugar en Valladolid el pasado mes de junio bajo el título Cor Iesu, spes mundi organizado conjuntamente por el arzobispado de Valladolid y el Instituto del Corazón de Cristo de Toledo. Se tuvo muy presente que se celebraba coincidiendo con el año jubilar del 2025 que tiene como tema central la esperanza. Además se eligió la ciudad de Valladolid por un doble motivo: ser una ciudad íntimamente relacionada con la vida del principal apóstol del Corazón de Jesús para España como fue el beato Hoyos, y también para ponerlo en continuidad con el año jubilar del Sagrado Corazón de Jesús que se celebró en esta archidiócesis, en memoria del centenario de la entronización de la imagen del Corazón de Jesús en la torre de la catedral.
Queremos recordar que Cristiandad con gran gozo había dado ya noticia en su momento de otros tres congresos internacionales sobre el Corazón de Jesús celebrados en nuestra ciudad de Barcelona, también muy vinculada al Sagrado Corazón de Jesús con su templo del Tibidabo. El primero de ellos se celebró el año 1961 recordando el 50 aniversario de la proclamación del Tibidabo como templo nacional expiatorio, realizada durante el Congreso eucarístico Internacional, celebrado en Madrid en 1911. El segundo, en el año 2007 con el lema Cor Iesus, vultus misericordiae, haciéndose eco de la proclamación por el papa Francisco del Año de la Misericordia se centró en el tema de la misericordia a la luz del camino de infancia espiritual siguiendo las enseñanzas de santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. Finalmente el tercero, realizado el año 2016 con el lema Cor Iesu, fons vitae con motivo del cincuenta aniversario de la publicación de la encíclica Haurietis aquas, de Pío XII. Con ocasión de todos estos congresos Cristiandad levantó su voz de acción de gracias a Dios al contemplar como la devoción al Corazón de Jesús, a pesar de las dificultades e incomprensiones, sigue tan presente en la vida de la Iglesia.
Además de las conferencias y diversidad de ponencias y comunicaciones que se escucharon con gran atención tanto por la profundidad de su doctrina como por el fervor con que se pronunciaban, hay que subrayar como comentó el director del congreso «El secreto del fervor y el gozo de estos días estaba en la oración litúrgica común junto con la adoración eucarística y la celebración de la misa, presididas por los obispos. El marco de estas celebraciones, inmejorable; el lugar donde el latido de un Corazón se hizo anuncio de esperanza hace tres siglos a través del joven Bernardo: el santuario de la Gran Promesa. También los momentos de descanso y de comida fraterna en el Centro de Espiritualidad Diocesano del Corazón de Jesús abrieron la puerta a un enriquecedor intercambio de vivencias, propiciaron nuevas amistades y ofrecieron luces para seguir abriendo caminos al servicio de un renovado apostolado del Corazón de Jesús».
Dos últimas consideraciones que son fruto de haber asistido a este congreso. Creemos que se puede afirmar con seguridad que en la Iglesia hay un antes y un después en la devoción al Sagrado Corazón de Jesús tras la encíclica Dilexit nos del papa Francisco. Hoy, en muchos ambientes, no se ponen ya dificultades ni a la devoción al Corazón de Jesús, ni a la celebración de su solemnidad litúrgica. En anteriores congresos, a los que antes hacíamos referencia, aún se había oído alguna objeción a ciertos aspectos de esta espiritualidad y de su práctica pastoral y litúrgica, en este congreso solo había una preocupación: como difundirla con mayor convicción y fervor, con la confianza de su extraordinaria actualidad, puesta en las palabras del papa Francisco en la Dilexit nos: «La devoción al Corazón de Cristo es algo esencial para la propia vida cristiana. Allí podemos encontrar el Evangelio entero, allí está sintetizada la verdad que creemos, allí está cuanto adoramos y buscamos en la fe, allí está lo que más necesitamos» ( n. 83 y 89).
La segunda consideración se refiere a unas palabras pronunciadas en la conferencia de clausura por el arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, cuando explicó un programa de acción para los próximos años sobre los que se tiene que trabajar para que se extienda en todos los ambientes la consagración personal y social al Corazón de Cristo y culminar con la petición al Santo Padre para que renueve la consagración del mundo al Corazón de Jesús en el año 2033.
Tres preguntas sobre la educación
Cuando el lector de CRISTIANDAD tenga este número en sus manos, el presente curso escolar y universitario habrá dado sus primeros pasos en fechas muy recientes. Un curso lleno de interrogantes y de algunos malos y graves presagios. No...











