Carlos de Foucauld nació en Estraburgo en 1858, en una familia cristiana de origen noble. A los seis años perdió a sus padres, y su abuelo, coronel de ingenieros, en ese momento jubilado, De Morlet, cuidó de él y de su hermana pequeña María. Su abuelo, le encendió el gran amor que le acompañó toda la vida; la literatura, afición que le confirió agudeza en los estudios, a pesar de su falta de implicación académica. En 1870 estalló la guerra franco-prusiana y la familia tuvo que huir de Estrasburgo, ocupada por los alemanes, y se desplazaron a Nancy.
Con dieciséis años confiesa ya haber perdido la fe al encontrar en los filósofos contradicción, y a los dieciocho entró en la escuela militar siguiendo los pasos de su abuelo. Su vida durante estos años la describió más adelante como frívola, egoísta, y de gran tristeza para su corazón, dedicándose a cazar, montar a caballo, festejar y dormir.
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