El pasado 3 de junio de 2024 se celebró una multitudinaria misa en la basílica de los Mártires de Namugongo, Uganda, reuniendo en torno a cuatro millones de fieles que acudieron desde múltiples puntos del continente africano a venerar a los mártires de Uganda, recorriendo, muchos de ellos, más de 380 kilómetros en trece días de peregrinación. Aquellos jóvenes mártires, llamados los «atletas de Cristo» por el cardenal Lavigerie, fundador de los Padres Blancos y evangelizadores del pueblo ugandés, son el fruto y semilla del catolicismo, que no deja de aumentar.
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