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ATENDIENDO a las indicaciones contenidas en la Instrucción publicada recientemente por la Santa Sede a través del Dicasterio para la Educación Católica titulada «La identidad de la escuela católica
para una cultura del diálogo» y lo prescrito en el Código de Derecho Canónico, el pasado 6 de junio monseñor Robert J. McManus, obispo de Worcester, prohibió a la Nativity School, escuela de dicha diócesis, el identificarse como una escuela «católica » y usar el título «católica» para describirse a sí misma. La medida ha venido motivada por la ostentación por parte de la escuela, desde enero de 2021, de las banderas Gay y Black Lives Matter. Según la administración escolar dichas banderas representan la inclusión y el respeto de todas las personas que promueve la escuela. Sin embargo, monseñor McManus considera que estos símbolos encarnan agendas o ideologías específicas que contradicen
la enseñanza social y moral católica. La bandera del «Orgullo Gay» representa el apoyo al matrimonio
homosexual y a vivir activamente un estilo de vida gay, mientras que el movimiento «Black Lives Matter»
se ha apropiado de la frase –la Iglesia católica enseña que toda la vida es sagrada, respalda inequívocamente la frase «las vidas de los negros importan » y afirma firmemente que todas las vidas importan– y promueve una plataforma que contradice directamente la enseñanza social católica
sobre la importancia y el papel de la familia nuclear y busca desbaratar la estructura familiar en clara
oposición a las enseñanzas católicas.
Según el obispo de Worcester «el ondear estas banderas frente a una escuela católica envía un mensaje contradictorio, confuso y escandaloso al público sobre la postura de la Iglesia sobre estos importantes temas morales y sociales». Por este motivo en marzo de 2022 monseñor McManus pidió a la escuela que retirara las banderas, a lo que la administración de la misma se ha negado
amparándose en «el compromiso con su misión, fundamentado y animado por los valores del Evangelio,
la enseñanza social católica y su herencia jesuita».
En vista de la actitud de la escuela y después del intento fallido por encontrar alternativas a la promoción de los valores que la comunidad escolar quiere transmitir, el obispo ha decidido prohibir que dicha escuela pueda seguir llamándose «católica» porque, según ha afirmado, «es mi deber sagrado y mi responsabilidad inherente como obispo diocesano determinar cuándo una escuela que dice ser «católica» está actuando de tal manera que es contraria a las enseñanzas de la Iglesia católica e
ignora mi autoridad legítima como guardián y supervisor de educación católica en la diócesis de Worcester». Además de la prohibición mencionada, monseñor McManus ha prohibido también que se celebren misas, sacramentos y sacramentales en las instalaciones de Nativity School, que dicha escuela organice cualquiera de estos actos en iglesias o capillas de la diócesis, que recaude
fondos a través de instituciones diocesanas ni se anuncie en directorio diocesano. Finalmente, ordena que el nombre del obispo emérito Daniel P. Reilly sea eliminado de la lista de la Junta Directiva de Nativity School.
