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El pasado 26 de mayo el papa Francisco autorizó la publicación de ocho decretos de la Congregación para las Causas de los Santos, por los que se aprueba la canonización de tres nuevos santos y la beatificación de cinco fieles más.
Entre los milagros reconocidos, está uno atribuido al beato Carlos de Foucauld. Según recoge Famille chrétienne, el 30 de noviembre de 2016 un equipo de trabajadores de la empresa Asselin, especializada en la restauración del patrimonio y los monumentos históricos, está trabajando en la capilla del colegio de San Luis en Saumur. Uno de ellos, Charles, joven carpintero de 21 años, se traslada por encima de la bóveda de la capilla cuando ésta se derrumba bajo el peso del joven, que cae al vacío desde una altura de quince metros, chocando violentamente contra un banco de la iglesia situado debajo y recibiendo también el impacto de una viga de madera que le perfora el abdomen, alojándose justo debajo del corazón. A pesar del tremendo golpe recibido, el joven se levanta con el trozo de madera que lo atraviesa y camina cincuenta metros para avisar al personal de la escuela del accidente sufrido. La gente, aturdida por lo terrible del suceso, llama al servicio de urgencias, que envía un helicóptero al que Charles no puede acceder por el tamaño de la viga que le atraviesa el abdomen. Debe ser trasladado a Angers en ambulancia.
François Asselin, dueño de la compañía, es avisado de la gravedad de accidente y en seguida piensa en pedir ayuda al Cielo y, junto a su esposa, llama a la Fraternidad de María, Reina Inmaculada, y a la parroquia de Saumur, que tiene como patrono a Charles de Foucauld y que en ese momento estaban preparando la celebración del centenario de su nacimiento, el 1 de diciembre de 1916. La noticia se extiende y toda la feligresía se pone a rezar, pidiendo la intercesión del beato Charles de Foucauld por la salud del joven Charles.
A la mañana siguiente, la madre de Charles llama con noticias: la operación de quitar la pieza de madera ha tenido éxito y ningún órgano vital parece estar afectado y dos meses después Charles vuelve al trabajo sin ninguna secuela del accidente.
Otro de los milagros reconocidos permitirá la beatificación de Paulina Jaricot, fundadora de la Obra de Propagación de la Fe, germen de lo que luego han sido las Obras Misionales Pontificias, y del «Rosario Viviente», una iniciativa para animar a grupos de quince personas a rezar el rosario y hacerlo vida, y que se puede considerar el origen del rosario misionero.
En este caso, según explica también Famille chrétienne, se trata de la inexplicable curación de Mayline Tran, una niña de 3 años y medio que, en la noche del 29 de mayo de 2012, durante una celebración familiar, cae inanimada al atragantarse con una salchicha. Su padre trata de reanimarla sin éxito hasta que llegan los bomberos, que tienen grandes dificultades para recuperar a Mayline porque se suceden los paros cardíacos. Trasladada al Hospital Femme-Mère-Enfant de Bron, la niña continúa en situación crítica conectada a varias máquinas para mantener su corazón y ayudar a que sus pulmones respiren. Una semana después del accidente, los médicos advierten a los padres de que no es posible la recuperación de su hija y les sugieren que interrumpan su alimentación. No realizarán ninguna otra reanimación o atención terapéutica. Los padre se niegan.
El 15 de junio los padres de una compañera de la escuela de Mayline, miembros del «Rosario Viviente», –y que en 2012 celebraban el jubileo de la muerte de Pauline Jaricot– inician una novena a la fundadora por la curación de la niña, compartiendo su iniciativa con los padres y otros miembros del «Rosario Viviente».
A principios de julio los padres de Mayline deciden trasladar a la niña al hospital pediátrico Niza-Lenval, donde tenían previsto mudarse antes del accidente. Sin embargo, cuando Mayline llega a Niza ya no es la misma. Los médicos de Lenval no salen de su asombro ya que desde los primeros exámenes la niña muestra una evolución extraordinaria y en dos o tres meses, recupera casi todas sus facultades.
