Nicaragua está atravesando una dura crisis sociopolítica que ha dejado centenares de muertos por la dura represión de los grupos policiales y parapoliciales afines al presidente Daniel Ortega. Esta crisis poco a poco va dando paso a una inestabilidad económica que se agrava cada mes. La Iglesia de Nicaragua está siendo mediadora en el conflicto pero esto no la deja fuera de las amenazas de los violentos y de sufrir la escasez económica, junto con el pueblo.
A pesar de esta difícil situación, la Iglesia en Nicaragua continúa adelante en su misión evangelizadora y asistencial. Una clave para sostener esta ardua tarea es la formación de los futuros sacerdotes que se unirán a tantos presbíteros que en estos momentos están alentando a las comunidades en la esperanza y la paz. A diferencia de otros países de la región de Centroamérica, Nicaragua cuenta con numerosas vocaciones al sacerdocio, pero necesitan ahora apoyo para poder mantener la formación y que ningún joven abandone por la falta de medios.
«Antes de la crisis pedíamos que cada seminarista aportase 9 euros mensuales para los gastos del seminario. Además, ellos se costean los productos de higiene personal. Pero ahora, después de hablar con ellos, muchos han contado que no tienen ni para lo básico», relata el padre Francisco Tigerino, rector del Seminario Interdiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima. En este centro se formaban hasta hace un año todos los seminaristas de cinco diócesis del país. Debido a la crisis y a que la Iglesia cedió parte de las instalaciones para llevar a cabo la primera fase de diálogo nacional, ahora sólo se han quedado los seminaristas que cursan teología. El resto ha tenido que volver a sus diócesis.
«Existen otras necesidades como el alimento o los gastos de desplazamiento. Ahora tenemos que habilitar buenas instalaciones en las diócesis para los seminaristas de la etapa de propedéutico y filosofía, que han tenido que irse a otros centros diocesanos. Pero la necesidad más grande es la del mantenimiento del edificio o el gasto de luz, que se ve incrementado por la escasez de recursos en el país», comenta el padre Tigerino.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada está apoyando activamente al Seminario Interdiocesano y a su rector: «La ayuda nos ha llegado como anillo al dedo, justo en el momento que estábamos más necesitados. Hemos podido pagar el mantenimiento, los sueldos de los profesores y el personal de secretaría». ACN ha apoyado en este caso concreto con un total de 21.300 euros.
Todos los seminaristas de este centro se muestran profundamente agradecidos. Engels Mauricio Berríos, es seminarista de diócesis de León, y cursa su primer año de Teología. «Manifiesto un profundo agradecimiento a todos esos hombres de buena voluntad que han tenido presente las necesidades de nuestro seminario y apoyan constantemente en esta noble labor que hace la Iglesia de formar hombres a la vida sacerdotal, para hacer posible la extensión del Reino que quiere el Buen Jesús, formando pastores, como dice el papa, Francisco con olor a oveja.»
Este joven, de 28 años, destaca la enorme gracia de recibir su formación en el Seminario de Nuestra Señora de Fátima, en el que conviven con jóvenes de otras partes de Nicaragua, «permitiendo enriquecer esta dimensión de convivencia y para incrementar la riqueza de estar unidos en Cristo a pesar de las diferentes expresiones de nuestra fe».
A su lado, sonríe Teófilo Jassiel Zamora, que es de la diócesis de Siuna, en el otro extremo del país. «Somos realmente hermanos, aunque venimos de sitios tan distintos». Para Teófilo, el testimonio de continuar con sus estudios es de gran significado, no solo para él y su familia, sino para toda la sociedad nicaragüense: «Es una alegría que a pesar de la situación, sociopolítica y económica, esta casa sigue en pie, gracias a sus colaboradores, y sería una lástima abandonarla sólo por la situación o por la crisis económica ya que ha sido esta la casa de todos los sacerdotes de la provincia de Nicaragua y es patrimonio de la Iglesia.»
El padre Tigerino, que vela por todos estos jóvenes, asegura que esperan pronto la paz y la estabilidad para el país, «así pedimos en la oración diariamente». Pero reconoce que la situación sigue siendo de incertidumbre, «hay una enorme cantidad de personas saliendo de Nicaragua. Hay mucho desempleo, fábricas y centros de trabajo han tenido que cerrar porque no tienen para pagar. Muchos de nuestros alumnos vienen del campo y como ahora la época de lluvias se ha retrasado, algunas de sus familias han perdido la cosecha».
Desde Ayuda a la Iglesia Necesitada se está dando una respuesta de cercanía y continuidad en las ayudas, a pesar de la inestabilidad del país. «Tengo presente que estos últimos años han sido tiempos difíciles para mi familia, por la situación de nuestra nación, pero a pesar de ello seguimos avanzando como Iglesia que lucha por mantener viva esa esperanza cristiana de que en Cristo lo podemos todo. Vuestra ayuda es un hecho concreto de que Dios está con nosotros. Nuestros obispos siguen siendo centinelas de nuestra nación, iluminando y acompañando al Pueblo de Dios, así brota el deseo de que esta casa siga dando la experiencia de un Cristo que está con sus discípulos», concluye Engels Mauricio.
El último mensaje de parte del rector es «Que Dios bendiga vuestra inmensa generosidad. Lo que más me impresiona es que personas al otro lado del mundo estén apoyandonos, personas que seguramente nunca lleguemos a conocer. Ellos colaboran porque somos Iglesia y por amor al Reino de Dios. Vamos a seguir formando y sacando adelante a la Iglesia con vuestra ayuda y con la ayuda de Dios.»
ACN está apoyando en este año también la formación de sesenta seminaristas en la diócesis de Granada, por un total de 24.350 euros. En Matagalpa, en el centro norte del país, los 37 seminaristas del nuevo seminario diocesano, han recibido una ayuda total de 16.800 euros. Cabe destacar el apoyo de la fundación pontificia a otros proyectos extraordinarios para adecuación de nuevos seminarios en las diócesis, donde acoger a los seminaristas que tuvieron que dejar el Seminario Interdiocesano. Por ejemplo, en Juigalpa, se ha instalado un nuevo seminario para la etapa de filosofía en un antiguo edificio diocesano, en el que ACN ha financiado con 30.000 € la adaptación para las clases y la residencia de los seminaristas. Los futuros pastores de la Iglesia en Nicaragua cuentan con el apoyo necesario, para seguir construyendo una comunidad de paz y esperanza en medio de una sociedad herida por el actual conflicto.
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