Los cristianos de Pakistán son una pequeña minoría de solo el 2% de la población. Procedentes de las clases más bajas de la sociedad, los bautizados son considerados ciudadanos de segunda y son marginados por su fe. Ocupan trabajos de servidumbre y en muchos casos son amenazados y perseguidos, especialmente por los grupos yihadista y talibán que operan en el país.
A pesar de todo esto, la Iglesia paquistaní desarrolla una enorme labor social y pastoral que alcanza a toda la población, especialmente en el ámbito de la educación, con multitud de colegios, institutos y varias universidades, algunas de las más prestigiosas del país. La mayor parte del alumnado es musulmán, aunque poco a poco los jóvenes cristianos se van abriendo hueco, superando las barreras sociales, para alcanzar mejores puestos profesionales.
Un ejemplo de la presencia y labor de la Iglesia en el país es precisamente la misión que lleva a cabo la parroquia de Ntra. Sra. de Fátima en la capital del país, Islamabad. Es la única iglesia católica de la ciudad y además de las numerosas Eucaristías y encuentros que se llevan a cabo, la parroquia atiende a miles de familias que se reparten por los suburbios.
La parroquia católica de Ntra. Sra. de Fátima está situada en el sector F8/4, en una zona de embajadas. Fue construida en 1970, cuando aún en Islamabad vivían muchas personas de otros países. La iglesia se situó aquí porque la mayor parte de la comunidad católica la formaban miembros de las embajadas. Hoy casi todos los trabajadores de embajadas son nacionales, y de religión musulmana. Pero la comunidad no ha desaparecido, sino que ha cambiado de rostro. Su párroco es el padre Yousef Amanat, que atiende no sólo las actividades de esta iglesia sino también de otras iglesias fuera de la capital, hasta áreas remotas del país, algunas están a más de nueve horas en coche.
«Nuestra misión aquí es contribuir al desarrollo del país a través de la educación en primer lugar. Nuestros colegios tienen el objetivo de aportar los valores fundamentales para una sociedad de paz y convivencia. Además apostamos por la educación para tratar de conseguir que los cristianos salgan de la marginalidad, que además de estar bien educados, sean profesionales cualificados capaces de desempeñar cualquier trabajo de importancia en la administración pública o en la empresa privada», comenta el padre Amanat.
Sahbaz Bhatti, feligrés de Ntra. Sra. de Fátima
Un ejemplo de la apuesta de la Iglesia por la educación para ayudar a la promoción de la comunidad cristiana es el de Sahbaz Bhatti, abogado cristiano que llegó a ser ministro de las Minorías de Pakistán, durante el gobierno del presidente paquistaní Ali Asif Zardari, en el año 2008. Bhatti fue uno de los feligreses de la parroquia de Ntra. Sra. de Fátima, cuando se trasladó a Islamabad para desempeñar su cargo ministerial.
Fue un gran promotor de la libertad religiosa y uno de los que defendió enérgicamente a personas como Asia Bibi, madre cristiana víctima de la ley de la blasfemia y que ha estado en el corredor de la muerte por esta ley hasta hace unos meses. Bhatti denunció públicamente la aplicación de la ley de la blasfemia, una ley que se utiliza injustamente para atacar a las minorías religiosas. Bhatti recibió numerosas amenazas telefónicas de muerte y se emitieron hasta cinco fatuas pidiendo su cabeza por parte de líderes musulmanes radicales.
Aniversario de su muerte
Sahbaz Bhatti nunca se rindió. Él mismo explicó en un video, pocos días antes de su muerte, a modo de testamento espiritual, que «Quiero compartir que yo creo en Jesucristo, que ha dado su vida por nosotros. Sé cuál es el significado de la “cruz” y lo seguiré a Él hasta la cruz. Oren por mí y por mi vida. El 2 de marzo de 2011, cuando Sahbaz Bhatti salía de su casa en Islamabad camino de su despacho ministerial, dos vehículos bloquearon el paso de su coche y tres radicales islamistas abrieron fuego asesinándolo en el acto. Junto al cadáver dejaron unos panfletos donde se referían a Bhatti como un “cristiano infiel” y que llevaban la firma del grupo talibán “Taliban al-Qaida Punjab”».
El padre Amanat recuerda a Sahbaz Bhatti con mucho cariño y destaca su testimonio de fe fuerte en Jesús. Hace unos años los obispos paquistaníes abrieron el proceso de canonización de este valiente cristiano. Sahbaz Bhatti también colaboraba en las labores sociales y pastorales entre las comunidades cristianas más pobres de la catedral. Hoy el padre Amanat continúa visitando las zonas de slums donde viven estos otros feligreses suyos. Un equipo de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada le acompaña hasta el barrio conocido como So Quarters o A Hundred Quartes Colony, donde viven cerca de 1.000 personas, junto a un riachuelo en torno al que se agolpan numerosas casitas de ladrillos y tejados de chapa. La mayoría son católicos, aunque hay miembros de otras denominaciones cristianas protestantes.
Una capilla más grande para fortalecer la fe
En la pastoral de este slum ayuda otro sacerdote de la parroquia, el padre Asif Riaz. Él explica que en un pequeño terreno que compraron a la autoridad pública han levantaron una capilla, dedicada a Ntra. Sra. de la Paz. El sacerdote muestra una sala grande con un patio interior, justo al otro lado del arroyo que divide el barrio: «Necesitamos construir un templo de verdad, y más grande, donde puedan caber hasta quinientas personas, porque ahora en cada celebración sólo entran las mujeres y los niños. Los hombres se tienen que quedar fuera».
Además de celebrar aquí los sacramentos, el padre Riaz va a visitar a los enfermos, acuden casa por casa conociendo a las familias en personas, viendo sus necesidades. Todos los niños están escolarizados, gracias a la labor de estos sacerdotes. También cuentan con un grupo del Rosario que rezan por las intenciones de la parroquia y por las personas que les apoyan: «Nuestra misión es en favor además de mejorar la salud de la gente, a través del apoyo a iniciativas sanitarias de la Iglesia. Y por último, aunque no menos importante está el diálogo interreligioso. Es muy importante ponernos en contacto con los líderes de otras religiones para que vean que los cristianos somos ciudadanos normales, que somos igual de paquistaníes, y frenar todo tipo de odio».
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) apoya a la Iglesia local de Pakistán en su labor pastoral desde hace décadas. En el año 2017 esta fundación pontificia desarrolló diversos proyectos de construcción de templos, apoyo a seminarios, sustento para religiosas y sacerdotes, vehículos para la misión, por un valor de 815.000 euros. Con el visto bueno del padre Amanat y del obispo de Islambad, ACN ayudará a ampliar la capilla de Ntra. Sra. de la Paz en el barrio de So Quarters, para fortalecer la fe de la comunidad cristiana de la capital de Pakistán.