Si en el anterior número de la revista, en la reseña del libro de Senior La restauración de la cultura cristiana, se nos alertaba de la necesidad de devolver al hombre su capacidad de encontrar y deleitarse en la verdad, esta vez leeremos a un autor capaz de llevar esto a sus últimas consecuencias. El reconocido y cada día más recomendado escritor, filósofo, conferenciante francés, Fabrice Hadjadj, nos sorprende ahora con Últimas noticias del hombre (y de la mujer). En esta obra, donde se recopilan noventa artículos publicados en la revista Avvenire entre 2015 y 2017, nos encontramos con un Hadjadj combativo y deseoso de transmitir al lector, la «frescura» pero también «fatalidad» de estas últimas noticias que nos hablan del mundo en el que estamos.
Una rica diversidad de temáticas abordadas, capaces de mantener al lector alerta en cada artículo, le permite hablar de la realidad que vive el hombre actual. Habla de su preocupación ante una sociedad donde la primacía de lo tecno-económico e incluso lo transhumanista, están llevando a una progresiva desaparición de lo humano. «Hablemos de lo humano, mientras que quede algo», se propone.
Para ello y haciendo gala de su condición de filósofo, su crítica del paradigma tecnológico le lleva a plantearse en serio la realidad de las cosas que nos rodean. De esta manera y buscando siempre las causas primeras y principalmente lo esencial, nos abre, gracias a su genio como escritor, un mundo donde, tal vez el eructo de un bebé puede ser considerado un gran signo de alabanza, un partido de fútbol una muestra de la condición humana o una babosa, el más digno objeto de reflexión para el hombre de hoy. Pero, que no se engañe el lector, pues esta radical vuelta a la naturaleza no le impide, sino que le ayuda a tratar cuestiones de nuestra sociedad tales como el laicismo, el utilitarismo, el fundamentalismo islámico, la ecología, las actitudes de los jóvenes actuales o temas de economía, política e incluso espiritualidad.
Sin embargo, no todo el mundo podría, aunque quisiera, establecer una analogía entre el fundamentalismo islámico y el transhumanismo occidental sin mayor problema. En esto reside, de alguna forma, la mayor cualidad de Hadjadj. En tomarse con humor lo que parece demasiado serio y con alegría lo que parece demasiado desesperanzador. Heredero de los apologistas ingleses, podría decirse que nos encontramos con un «Chesterton contemporáneo». Sus juegos de palabras, lenguaje metafórico y la constante utilización del recurso de la ironía dan prueba de ello. De esta forma, y siguiendo la línea chestertoniana, no encontramos concesiones en lo doctrinal ni temores en lo que se refiere a la ortodoxia. Ésta es intachable. Estas realidades harán que el lector disfrute, en cada página del libro, no sólo de la capacidad retórica del autor, sino de la verdad misma que se encierra en esa presentación.
Por último, a este binomio de filósofo-literato, capaz de hacernos disfrutar con reflexiones profundas sobre el mundo tecnológico moderno y sus paradojas, inconsistencias, debilidades y errores, se une una visión teológica de intelectual católico. Converso a los veintisiete años y con un pasado revolucionario y nihilista, las referencias a la Biblia y a los santos empapan sus reflexiones y nos acercan a la trascendencia de lo real. Hadjadj se asombra no sólo de la naturaleza sino de la grandeza de su Creador y de su, a veces incomprensible, Providencia amorosa. Así, ese sincero reconocimiento de la sabiduría del amor, le lleva a no «ver la paja en el ojo del “Gran hermano” sin sacar la pantalla que hay en el mío».
Homolegens, Madrid, 2018