Este mes hablamos de dos noticias relacionadas con la lucha entre la vida y la muerte, entre Dios y Satanás. La primera hace referencia a una gran victoria en EE.UU. La segunda es sobre un grandísimo ejemplo de vida y una magnífica meditación del cardenal Robert Sarah.
Los Estados Unidos ya no están obligados a financiar a Planned Parenthood tras la derogación en el Senado de la ley de Obama
Después de una ajustada votación, en la que dos senadoras del Partido Republicano se unieron a los demócratas que se oponían a la derogación de la ley, el voto del vicepresidente Mike Pence consiguió el 51-50. Ha sido la primera votación relacionada con el aborto que se ha realizado en el Senado desde 2015. «Una victoria para todos los estadounidenses que no quieren ver sus impuestos subsidiar la industria del aborto y el tráfico morboso de los órganos de bebés abortados» dijo Maureen Ferguson, de The Catholic Association.
«Si se quiere atacar verdaderamente el Hijo del Hombre, Jesucristo, sólo hay un medio, y es atacar a los hijos de los hombres» (Jérôme Lejeune)
El pasado 25 de marzo, festividad de la Anunciación y Día Internacional del Niño por nacer, en la iglesia de San Agustín de París, casi dos mil personas acudieron a una meditación del cardenal Robert Sarah sobre el profesor Lejeune, quien descubrió el gen causante del síndrome de Down y se convirtió en un gran defensor de las personas que lo padecen.
Al comienzo el cardenal Sarah citó una frase de Lejeune, a quien dijo no tuvo el «privilegio» de conocer: «Si se quiere atacar verdaderamente al Hijo del Hombre, Jesucristo, sólo hay un medio, y es atacar a los hijos de los hombres. El cristianismo es la única religión que dice: “vuestro modelo es un niño”, el niño de Belén. Cuando os hayan acostumbrado a despreciar a los niños dejará de haber cristianismo en este país».
Y es que para el cardenal Sarah, la de Lejeune es una batalla apocalíptica, «entre Dios y Satanás», y afirmó que «el combate del profesor Lejeune, con las únicas armas de la verdad y de la caridad, un combate librado con las manos desnudas, se inscribe en la batalla final, evocada en el Apocalipsis según san Juan. Frente a la arrogancia del Goliat de los poderes financieros y mediáticos, fuertemente armada y protegida por la coraza de sus falsas certezas y por las nuevas leyes contra la vida, la Iglesia católica del siglo xx, al menos en Occidente, parece ese “pequeño resto” del que hablan las Sagradas Escrituras».
Y aseguró que «la Iglesia católica, cual David, sólo dispone del pequeño guijarro del Evangelio de la vida y la verdad, y sin embargo golpeará al gigante en plena cabeza y lo derrotará. Lo sabemos bien y la vida entera del profesor Lejeune nos aporta un brillante testimonio» y es que «la Iglesia constituye el último obstáculo contra la barbarie».
Y no es una barbarie cualquiera, para el cardenal Sarah «se trata de una barbarie aséptica en el laboratorio, terriblemente eficaz, de la cual la opinión pública apenas se da cuenta, anestesiada como está por los Goliat de los poderes financieros y mediáticos. Se trata de un combate a vida o muerte. De no ser así, ¿estarían intentando los poderes públicos en Francia silenciar las páginas web provida inventándose un delito de “coacción digital” contra el aborto?». (Tal y como ya explicamos hace dos números en esta misma sección).
Para el cardenal Sarah el del profesor Lejeune es un «ejemplo admirable de fortaleza y fe, de entrega en la caridad (…) una vida de mártir cristiano durante la cual todo se ofrece a Dios, incluida la vida, la familia, la reputación y la honra para que sean aplastadas a los pies de los paganos, una vida a la que se renuncia a todo por el Amor de Dios (…) que contra viento y marea permaneció fiel a Cristo y al Evangelio (…) a pesar de ser marginado por sus posiciones sobre la cuestión crucial de la vida, consideradas demasiado rígidas o extremistas».
Recomendamos vivamente la lectura íntegra de la meditación de cardenal Sarah, que puede encontrarse en www.infocatho.fr en francés o el resumen sobre la misma que se puede encontrar en www.religionenlibertad.com en castellano.