Alrededor de seiscientas cincuenta mil personas se congregaron el pasado 25 de enero en Washington D.C. en la «Marcha por la Vida», protestando contra la legalización del aborto en Estados Unidos bajo el lema «40 Años=55 millones de bebés muertos producto del aborto».
La marcha se produjo en el marco del cuarenta aniversario de «Roe vs. Wade», la decisión de 1973 con la que la Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el aborto en todo el país.
«¡La vida está ganando de nuevo en América!»
Así se dirigía Mike Pence, vicepresidente de los EE.UU, a los cientos de miles de asistentes a la 44ª Marcha por la Vida que se viene celebrando en Washington desde 1973.
Nunca antes había ocurrido algo parecido. Y no se queda aquí la cosa, asistió también Kellyanne Conway, jefa de campaña de Donald Trump y ahora asesora presidencial, el mayor cargo en la Casa Blanca jamás presente en estas concentraciones.
«Este es el mejor día que he visto para la Marcha por la Vida, en más de un sentido. Me siento profundamente honrado de estar hoy ante vosotros y de ser el primer vicepresidente de los Estados Unidos que ha tenido el privilegio de asistir a este evento histórico» dijo Mike Pence en su intervención.
Pero esta no fue la única cosa a destacar de todo lo que dijo. A continuación un compendio de las mejores frases que dirigió el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, a los asistentes:
«El presidente Trump me pidió que estuviese hoy aquí con vosotros. Me pidió que os agradeciese vuestro apoyo, vuestra posición provida y vuestra compasión por las mujeres y los niños de Estados Unidos».
Hizo también hincapié en que todo ser humano «tiene ciertos derechos inalienables, y entre ellos están la vida, la libertad y la persecución de la felicidad. Hace 44 años, nuestro Tribunal Supremo dio la espalda al primero de esos ideales eternos, pero hoy, tres generaciones después, gracias a todos vosotros y a los miles que están con nosotros en manifestaciones como esta por todo el país, ¡la vida está ganando de nuevo en América!
»Esto es evidente por la elección de mayorías provida en el Congreso (…) pero no es menos evidente por la histórica elección de un presidente que, puedo decir con orgullo, está por el derecho a la vida: el presidente Donald Trump».
Recordó que el lunes 23 de enero Trump firmó una orden ejecutiva para «impedir que los fondos públicos financien organizaciones que promueven o realizan abortos en todo el mundo».
Añadió que «esta Administración trabajará con el Congreso para acabar con la financiación pública del aborto y de quienes practican abortos, y dedicaremos esos recursos a servicios de salud para todas las mujeres de Estados Unidos».
Dio también la buena noticia de que la semana del 30 de enero Trump «anunciará un candidato al Tribunal Supremo que defenderá las libertades dadas por Dios que brillan en nuestra Constitución, en la tradición del último y gran juez Antonin Scalia» (juez católico conocido por su ferviente defensa de la fe y la familia natural).
«Siempre he creído que una sociedad puede ser juzgada por cómo atiende a los más vulnerables: los ancianos, los enfermos, los discapacitados o los no nacidos. Estamos en un momento histórico para la causa de la vida».
«La vida está ganando porque los avances de la ciencia iluminan sobre cuándo comienza la vida. La vida está ganando por la generosidad de millones de familias adoptivas que abren su corazón y su hogar a los necesitados. La vida está ganando por la compasión de los voluntarios en los centros para embarazos de riesgo y organizaciones religiosas que ayudan a las mujeres en todas las ciudades del país. La vida está ganando por el consejo tranquilo entre madres e hijas, entre abuelas y nietas, entre amigas en la mesa de la cocina, en las cafeterías y en los campus universitarios. Y la esperanza está venciendo la desesperanza».
Pence pidió que el movimiento provida «sea conocido por el amor, no por la ira. Por la compasión, no por la confrontación. Porque cuando se trata de asuntos del corazón, no hay nada más fuerte que la delicadeza».
«Creo que continuaremos ganando los corazones y las mentes de la nueva generación si nuestro corazón se rompe en primer lugar por las madres jóvenes y sus hijos no nacidos, y si cada uno de nosotros hacemos todo lo posible para encontrarnos con ellas donde estén con generosidad, no juzgándolas. Para sanar nuestra patria y restaurar una cultura de la vida debemos continuar un movimiento que abrace a todos, cuide de todos y muestre respeto por la dignidad y el valor de toda persona».
«Estad seguros» insistió varias veces, «de que junto a vosotros no cejaremos ni descansaremos hasta restaurar una cultura de la vida en América para nosotros mismos y para nuestros descendientes. Gracias, que Dios os bendiga y que Dios bendiga a Estados Unidos».
El mismo día de la concentración el cardenal Raymond Burke celebró en un suburbio de Dallas la santa misa para reparar y desagraviar el abominable pecado del aborto. Asistieron a la santa misa fieles de todo Texas. El párroco, Michael Forge, dijo que era la mayor participación en una misa que había tenido con más de mil quinientos asistentes.
Al terminar la celebración de la santa misa se pudieron venerar las reliquias de santa Gianna Beretta Molla, esposa, madre y médico que arriesgó su vida para salvar a su bebé no nacido.
«Hoy celebramos el 44 aniversario de la decisión de la Corte Suprema en el caso Roe contra Wade. Reconocemos en esa decisión del más alto tribunal de nuestra nación una rebelión contra Dios y su ley escrita sobre todo corazón humano en su primer y más fundamental precepto: salvaguardar y fomentar la vida humana desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte natural» afirmó Mons. Raymond Burke durante la homilía.
Y concluimos con el siempre acertado G.K. Chesterton, que decía: «A cada época la salva un pequeño puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales». Y parece que si uno viaja a Francia o a América, este «pequeño puñado» es cada vez más grande y desacomplejado. ¿Algún día se podrá volver a decir lo mismo de España? Quizás tenemos que mirar más la vida y obras de los que nos precedieron hace no tantas generaciones.
Fe de erratas: El artículo publicado en el número anterior (enero 2017) en esta misma sección –sobre la ley LGTB– debía comenzar con una cita de Chesterton que se omitió por error. La cita que debía encabezar el artículo era «Quien habla contra la familia no sabe lo que hace porque no sabe lo que deshace» (G.K. Chesterton).