El pasado 17 de marzo la aviación militar israelí reconoció haber bombardeado diversos objetivos en Siria y haber activado, por primera vez en su historia, el nuevo sistema antimisiles Arrow 3 para rechazar un contraataque. No es habitual que Israel reconozca públicamente sus acciones militares y hasta el momento, aunque se había especulado con acciones en el espacio aéreo sirio, Israel ha mantenido una prudente distancia del conflicto que desangra Siria desde hace años. La excepción hecha ahora no es ajena a la voluntad de dar publicidad al nuevo sistema antimisiles que ha desarrollado con colaboración estadounidense.
Los bombardeos en territorio sirio tampoco son casuales: la aviación israelí habría atacado un convoy de armas de Hezbollah, el grupo chiita libanés financiado por Irán que está teniendo un importante papel en la guerra siria apoyando al presidente Bashar al Assad.
Sólo diez días antes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se había reunido con el presidente ruso, Vladimir Putin, escenificando una relación de confianza entre los dos países. Se da la circunstancia de que la Rusia de Putin ha sido y es uno de los pilares en el que se apoya el régimen de Bashar al Assad y que, en consecuencia, ha desarrollado vínculos con sus aliados en Siria, como es el caso de Hezbollah.
En realidad, no parece que Israel tenga interés en el conflicto sirio, del que siempre ha querido mantenerse al margen, pero sí ve con preocupación el fortalecimiento de los chiitas libaneses gracias a su participación en la guerra siria. Un Hezbollah rearmado y con apoyo ruso sí es un riesgo para Israel, que no ha olvidado la guerra que contra Hezbollah libró en 2006, y que al hacer público su ataque al convoy del grupo chiita avisa de que no está dispuesto a permitir que éste se refuerce. Es probable que el asunto quede aquí, en un simple aviso, pero la perspectiva de que Israel se involucre en el conflicto de Oriente Medio provoca enorme preocupación por las repercusiones que podrían derivarse de ese paso.
La población rusa vuelve a disminuir
Es evidente que la Rusia de Putin ha regresado con fuerza al tablero de la política internacional y que asistimos a un renacer del patriotismo ruso que hace extrañas amalgamas entre el pasado imperial zarista y las gestas soviéticas....