«Los primeros convocados al pesebre son los humildes»
Dios coloca toda su medida, el amor, frente al orgullo humano. Éste es en el fondo el núcleo, el contenido original de todos los pecados, es decir, del querer erigirse uno mismo en Dios. El amor, por el contrario, es algo que no se eleva, sino que desciende. El amor muestra que el auténtico ascenso consiste precisamente en ...