Santa Clara de Asís y su amor por la Eucaristía
Me agrada ahora contar los prodigios de su oración, con verdad fidelísima a la vez que con merecidísima veneración. Durante el infortunio que, bajo el dominio del emperador Federico, en diversas partes del mundo sufría la Iglesia, el valle de Espoleta bebía con mayor frecuencia del cáliz de la ira. ...