La eutanasia: estado de la cuestión
Esta es una frase que dicen, no pocas veces, las Servidoras de Jesús del Cottolengo a los médicos que ejercen en su casa, cuando algún paciente ingresado está grave. Es una frase cargada con el dolor de muchas experiencias en nuestros hospitales. Me acuerdo especialmente de Ágatha. Era una chica ...