Ateísmo e ilusiones engañosas
El padre Longenecker hace, en Patheos, un interesante ejercicio. Los ateos suelen acusar a los creyentes de que su fe no son más que engañosas ilusiones. Longenecker, por su parte, aplica esta crítica al propio ateísmo... y los resultados son devastadores: «El típico ateo es un progresista. Cree que la ...