Desde Brasil se constata que el equilibrio mundial es cada vez más frágil
Los profetas del fin de la historia han cosechado un rotundo fracaso. El plácido nuevo orden mundial no puede disimular el desorden, el desequilibrio endémico, la fragilidad en que vive el mundo. Desde la irrupción del islamismo hasta el auge de la despótica China, el mundo vive en un sinfín ...