EL pasado de 27 de diciembre, fiesta de san Juan evangelista se inauguró en los santuarios de Paray-Le-Monial el jubileo conmemorativo de los 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque. La ceremonia estuvo presidida por monseñor Celestino Migliore, Nuncio apostólico en Francia, y contó con la presencia de varios obispos franceses, del obispo de Valladolid, del Director general del Apostolado de la Oración (Red Mundial de Oración del Papa), representantes de Instituto del Corazón de Cristo y de gran número de sacerdotes y fi eles pertenecientes a diversas asociaciones, parroquias y movimientos. Este jubileo se clausurará el 27 de junio del 2025, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. En las dos fechas, de apertura y de clausura, se conmemoran los 350 años la primera y tercera, y más importante, de las apariciones a santa Margarita Mª de Alacoque.
La celebración de este acontecimiento jubilar es un motivo para redescubrir este mensaje de amor, reparación y esperanza que el Corazón de Jesús ofreció al mundo a través de santa Margarita María.
Desde Paray le Monial la «verdad sobre el Corazón de Jesús fue confirmada para la Iglesia en el umbral de los tiempos modernos» (Juan Pablo II, 5 de octubre de 1986). El testimonio de ello ha sido la cantidad de frutos espirituales, apostólicos y misioneros que se han producido en la Iglesia y en el mundo como fruto de la extensión de la devoción al Corazón de Jesús a partir del siglo XVII.
En nuestros días el Corazón de Jesús aparece «como el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios» (Francisco, 10 de Junio de 2013). La petición que hizo el Señor de «devolver amor por amor» mostrando su Corazón a santa Margarita resuena hoy en el corazón del hombre como una invitación a recibir la Misericordia Divina y a ofrecerla a los hombres de nuestro tiempo.
Nos unimos con gran gozo y entusiasmo a esta iniciativa dirigida a recordar la actualidad y la necesidad de la devoción al Corazón de Jesús que como afirmo Pio XI: «la devoción al Corazón de Jesús es como la síntesis de toda la religión y la norma más perfecta de la vida cristiana». (Misserentisimus Redemptor) Cristiandad durante todo este tiempo jubilar va a dedicar una especial atención hacia aquello que constituye la razón de ser de nuestra revista. Insistiendo en los tres pilares de la devoción al corazón de Jesús: La Eucaristía como el gran don del Corazón de Jesús, y las dos prácticas centrales de esta devoción tal como el magisterio de los Papas ha enseñado: la Reparación y la Consagración.