• Portada
  • Historia
  • Hemeroteca
  • Suscripción
  • Redacción
  • Acceso
  • Registro
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD

La Iglesia «madre de las escuelas»

Por Gerardo Manresa Presas
diciembre 2021
en Editorial
5 min de lectura

PublicacionesRelacionadas

La perenne actualidad de la devoción  al Corazón de Jesús

La perenne actualidad de la devoción al Corazón de Jesús

abril 2019
Una nueva encíclica  sobre el Sagrado Corazón

Una nueva encíclica sobre el Sagrado Corazón

noviembre 2024
Ejemplo de amor a la Iglesia y de confianza en Dios

Ejemplo de amor a la Iglesia y de confianza en Dios

enero 2023

Cualquier estudio serio de la historia de la educación en todo el ámbito de la civilización occidental tiene que reconocer que ha sido la Iglesia a través de las distintas instituciones, quien ha tenido la principal iniciativa en promoverla en todos los niveles educativos. Por ello se puede afirmar con propiedad que la Iglesia ha sido «la madre de las escuelas».
En una primera etapa que abarca hasta finales de la Edad Media, la enseñanza necesaria para la vida
cotidiana de la mayor parte de la población era competencia de la familia o de instituciones que tenían
un carácter familiar, como eran los gremios. Fue en el ámbito que podemos calificar de enseñanza superior, donde surgirán los «Studium generalia » o universidades, creados bajo los auspicios de papas o reyes. Su organización, que fue desarrollándose durante siglos y que permaneció en muchos lugares hasta principios del siglo XX, estaba presidida por la facultad de Teología y comprendía además de los estudios filosóficos, aquello que era fundamental para la vida social: el Derecho y la medicina…
Mediante este tipo de estudios se pretendía que la fe impregnara toda la vida, no solo los conocimientos
y de un modo especial la cultura y el Derecho. Será con la llegada de los inicios de la modernidad cuando empiezan a surgir las órdenes religiosas con un propósito evangelizador, consagradas
exclusivamente a la enseñanza especialmente de niños y adolescentes.
San José de Calasanz, san Juan Bautista de la Salle y santa Juana de Lestonnac, los dos primeros dedicados a la enseñanza de niños y esta última de niñas, fueron los pioneros más importantes en fundar órdenes religiosas de esta índole. Su necesidad se debía en parte a las consecuencias de la Reforma: ya no se vive en una sociedad conformada por la misma fe, y es necesario evangelizar
desde la escuela y prepararse para vivir en un ambiente, en muchos casos, de confrontación religiosa. El siglo XVII, en el que se fundaron estas congregaciones es también el siglo de las guerras de religión en Europa.
A partir del siglo XIX se multiplican las fundaciones de congregaciones religiosas dedicadas preferentemente a la enseñanza. Nos encontramos en una sociedad que, como consecuencia, de los cambios sociales que ha habido, se hacía necesario la extensión de la educación y además el triunfo de las ideas revolucionarias, ha dado lugar a que el Estado pretenda ser la principal o exclusiva instancia
educadora. Desde entonces hasta nuestros días la extensión de la educación impulsada por el Estado,
no busca solo preparar para la vida profesional que presenta nuevas exigencias, sino que asume la función de crear una nueva conciencia social que permita ir cambiando la mentalidad popular para ponerla de acuerdo con las nuevas ideas revolucionarias o, en todo caso, secularizadoras.
Esto significará partir de nuevos conceptos antropológicos, alejados de la visión cristiana del hombre, propios de esta nueva cultura en la que el Estado se erige como responsable primario sino exclusivo
de la educación. La Iglesia en su tarea educadora queda como algo residual y en todo caso subsidiario.
La Iglesia reiteradamente, viendo la importancia de la educación en la vida cristiana, ha insistido en la defensa en la libertad de elección de los padres del centro educativo, libertad que para que sea efectiva tiene que ir acompañada de la libertad de erigir y dirigir colegios en los que sus enseñanzas estén todas ellas penetradas por la fe cristiana. Desgraciadamente hay que constatar que además de las dificultades externas, muchos colegios católicos han perdido su identidad religiosa a pesar de su origen y nombre. La razón de esta crisis son las difi cultades legales existentes en muchos países, pero la causa determinante es el olvido de aquel espíritu, normas y métodos pedagógicos que caracterizaron a los colegios en sus momentos fundacionales.
Al reflexionar sobre las causas de este desconcierto y crisis es oportuno recordar lo que hace ya muchos años (1941) afirmaba Maritain al tratar de la crisis de la educación: «La causa fundamental de la crisis: no es una crisis pedagógica sino antropológica. Si se desconocen las cuestiones básicas sobre la naturaleza del ser humano, el educador se pierde. La educación es un arte, pero el error más grave es olvidar su fin. Si no sé quién es el hombre, a lo más que puedo tender es a ofrecerle una instrucción técnica».
Este el gran error en el mundo educativo, si no se tiene muy presente, o mejor dicho, se niega el fin
de la tarea educadora no se puede educar. En toda actividad humana el principio que nos impulsa a llevarla a cabo es el fi n que perseguimos: hoy día se discute de temas pedagógicos  que no son más que medios necesarios para la educación, marginando totalmente la refl exión sobre el fin que queremos alcanzar. Si no sabemos cuál es el fi n de la vida humana no se puede ayudar a los niños
a que crezcan cultural, psicológica y espiritualmente: toda educación tiene que ser un camino para llegar a la perfección. Pero si desconocemos en que consiste la perfección humana estamos en un camino que no tiene destino. En un mundo en que las antropologías vigentes están inspiradas en fi losofías relativistas y nihilistas se hace imposible un debate serio sobre las exigencias de la
educación. Pío XI en la encíclica «Divini Illius Magistri» se hacía eco de esta situación y por ello mismo podía afirmar algo que a algunos les puede parecer de una audacia exagerada: solo es educación completa y perfecta la educación cristiana.
«Es, por tanto, de la mayor importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es
de la mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación».
El maestro que procura que su enseñanza y educación esté inspirada en la verdad, será capaz de ayudar a sus alumnos a descubrir la belleza de la realidad que ha salido de las manos de Dios, de una historia en la que se manifiesta la Providencia divina que da sentido al curso de los acontecimientos y podrá contemplar una realidad social que, a pesar de todo, nos deja entrever al hombre creado a imagen y semejanza de Dios. Ante un mundo que se hunde en el pesimismo fruto de una radical falta de esperanza porque no ve remedio a los males que por todas partes acechan al hombre, constituye, como decía Benedicto XVI, una emergencia educativa, una enseñanza guiada por la fe cristiana y unos maestros que, igual que aquellos santos fundadores, sientan la «necesidad» de comunicar estas verdades a los niños que les han confiado. Esta es la razón de su tarea profesional y su vocación
al ejercicio de un santo ministerio como es el de la enseñanza.

Etiquetas: Educación en la fe la verdad y la bellezaEl error del mundo educativo actualEncíclica "Divini illius magistri"La educación de los niñosLa enseñanza en la Edad MediaLa Iglesia es "madre de las escuelas"Maritain y la educaciónOrdenes religiosas educadoras
Publicación anterior

«Encontré la manera definitiva de servir a Dios, educando a los niños»

Siguiente publicación

«YO TE ENSEÑARÉ EL CAMINO DEL CIELO»

Publicaciones Relacionadas

Editorial

Razón del número

febrero 2016

Durante los últimos pontificados ha habido una extraordinaria insistencia en las enseñanzas y actividades apostólicas en torno al misterio de la misericordia divina que constituye un verdadero «signo de los tiempos». Recordemos sólo los más sobresalientes: la encíclica Dives...

Una renovada petición
Editorial

Una renovada petición

mayo 2021

En las páginas de CRISTIANDAD desde el año 1991, y de forma reiterada, se ha formulado el deseo y la petición a la Santa Sede para que declarara doctor de la Iglesia a san Ignacio de Loyola. Esta petición...

Buscar por fecha…

¡Clama ne cesses!

Últimas publicaciones

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

abril 2025

abril 2025
NUEVO NÚMERO – Abril 2025

Tiempos martiriales

abril 2025

Temas

Actualidad Actualidad Política Actualidad Religiosa Apostolado de la oración Cataluña Comunismo Cristiandad, Revista Cristo Rey Editorial España Estados Unidos Eucaristía Europa Familia Filosofía Fragmentos Francia Grabados Historia Iglesia Inglaterra Israel León XIII Liberalismo Mariología Navidad Orlandis i Despuig S.I., Ramón PAPAS (alocuciones, discursos, fragmentos,etc.). Persecución Religiosa Poesía Pío IX, Beato Pío XII Reino de Cristo Religión Rusia Sagrado Corazón de Jesús San Juan XXIII Santa Teresita del Niño Jesús Schola Cordis Iesu Sociología Sociología cristiana Teología de la Historia Varios Vaticano II, Concilio Virgen María

Plura ut unum

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

diciembre 2020
«El programa de la época es la persecución»

«El programa de la época es la persecución»

octubre 2020

El belén, escuela de sencillez

diciembre 2019
  • Aviso legal
  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Política de contratación
CRISTIANDAD - Al Reino de Cristo por los Corazones de Jesús y María.

Copyright © 2015-2025. CRISTIANDAD. Todos los derechos reservados. Powered by APG.

¡Bienvenido a CRISTIANDAD!

Identifícate con tu cuenta

¿Olvidaste la contraseña? Regístrate

¡Crea una nueva cuenta!

Rellena el siguiente formulario

Rellena todos los campos. Identifícate

Recupera tu contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer tu contraseña.

Identifícate
Gestionar consentimiento
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
  • Acceso
  • Regístrate
  • Carrito
¿Seguro que quieres desbloquear esta publicación?
Desbloqueos disponibles : 0
¿Seguro que quieres cancelar la suscripción?