• Portada
  • Historia
  • Hemeroteca
  • Suscripción
  • Redacción
  • Acceso
  • Registro
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD

El mártir San Sebastián

Por Gerardo Manresa Presas
mayo 2019
en Secciones
5 min de lectura

San Sebastián es uno de los santos más representados en el arte religioso. Mártir del siglo iii, su ejemplo de perseverancia y su anhelo de conversión hicieron de su fe un ejemplo para los demás.
Hijo de familia militar y noble, nació en Narbona y fue criado en Milán. Se dice que se dirigió a Roma hacia el año 283 e ingresó en el ejército, con el propósito de ayudar a los confesores y mártires cristianos.
Sebastián sirvió a los emperadores Diocleciano y Maximiano. Siendo centurión romano, fue ascendido hasta ser capitán de la guardia personal del emperador, la primera cohorte de la guardia pretoriana. Era respetado y apreciado por todos, teniendo la estima de los emperadores.
En aquella época, a finales del siglo iii, la persecución a los cristianos era muy intensa. Algunos cristianos, como los compañeros de Sebastián, se tenían que refugiar en lugares seguros para no ser encontrados profesando la fe cristiana. Aun así, hay varios relatos de mártires que fueron sorprendidos orando ante la tumba de san Pedro o en la de san Pablo, mostrando su valentía, pues conocían el riesgo de tales acciones.
Sebastián, por su parte, cumplía la disciplina militar, pero no participaba de los sacrificios idolátricos. Como buen cristiano, ejercía el apostolado entre sus compañeros, visitando en secreto a sus compañeros encarcelados, dando ánimos a sus compañeros cristianos y consolándoles en el martirio o ayudando a enterrar a los mártires. Tan grande fue su celo apostólico que hasta llegó a convertir a algunos nobles –como el prefecto romano local–, que más adelante sufrirían martirio. Usaba la señal de la cruz y realizó algunos milagros con este signo. Todo esto hizo que Sebastián no pasara desapercibido.
En un momento determinado, encarcelaron a dos jóvenes llamados Marco y Marceliano. Se les concedió treinta días para renegar de su fe en Cristo o seguir creyendo en Él. Sebastián, entonces, bajó a los calabozos para consolarlos, animarlos y exhortarlos a permanecer constantes. Este hecho produjo muchas conversiones y martirios, y la fama de Sebastián aumentó. Fue entonces cuando fue denunciado al emperador.

El martirio de san Sebastián

PublicacionesRelacionadas

La formación de la Compañía de Jesús: la Ratio studiorum

septiembre 2020
El peligroso engaño de la ideología vegetariana

En la muerte del neoarriano Hans Küng

mayo 2021

San Roberto Belarmino sobre los papas y la herejía

noviembre 2018

Recordemos que el emperador Diocleciano, junto a los otros césares, decretó la llamada «Gran Persecución», la última y quizá la más sangrienta. Se destruyeron lugares de culto cristiano, se eliminaron los derechos legales de los cristianos y se exigía cumplir con las prácticas religiosas tradicionales romanas. Diocleciano, por su parte, mandó encarcelar y asesinar a cientos de cristianos.
En este contexto, el emperador se sintió traicionado al saber que Sebastián era cristiano, y le mandó elegir entre ser su soldado o seguir a Cristo. Eligiendo seguir a Cristo, el emperador le amenazó de muerte, pero Sebastián se mantuvo firme en la fe. Fue entonces cuando fue condenado a morir martirizado. Para ello, se ordenó que le ataran en un árbol semidesnudo, y que unos soldados le enviaran una lluvia de saetas hasta su muerte. Una vez tuvieron suficiente, le dejaron para que muriese desangrado.
Casi muerto, sus amigos y seguidores le recogieron y le llevaron a casa de Irene, una cristiana viuda del mártir Cástulo, para que le curase y le escondiese. Una vez restablecido, se le recomendó huir de Roma para que pudiera conservar la vida, pero Sebastián se negó rotundamente. Ardoroso del amor de Cristo, en vez de huir quiso ir a ver al emperador para reprenderle por su actitud anticristiana y denunciar la persecución de los seguidores de Cristo.
El emperador Diocleciano, asombrado de ver que aún seguía vivo, mandó apresarlo de nuevo y azotarlo «hasta que constase con toda certeza que lo habían matado, y que después arrojasen su cuerpo a una cloaca de manera que los cristianos no pudieran recuperarlo ni tributar a sus restos el culto con que honraban a sus mártires». Fue azotado cientos de veces hasta que murió. El año de su muerte no se sabe con certeza, pero las fuentes la sitúan entre el año 288 y el 305.
La tradición cuenta que la noche de su muerte, se le apareció a Lucina, una dama ilustre, para indicarle donde se encontraba su cuerpo. Así, su cuerpo fue recuperado de la Cloaca Máxima y enterrado en la Vía Apia, en un cementerio subterráneo que hoy lleva el nombre de catacumba de San Sebastián y donde hoy se levanta una basílica en su nombre.
Es un santo invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión.

Fama durante la Edad Media

San Sebastián cobró gran importancia durante la Edad Media, pues se relacionó su primer martirio con la peste. En esa época se relacionaba la peste con una lluvia de flechas envenenadas –en algunos relatos medievales, se relaciona la peste con saetas envenenadas enviadas por ángeles malos–. Su capacidad «anti pestífera» aumentó su fama, e hizo crecer el fervor de la devoción al santo.
Estrictamente, no formaba parte de los «Catorce intercesores» –grupo de santos famosos por su intercesión milagrosa, que tuvo su origen en Alemania para luchar contra la peste, y cuya devoción fue propagada por Europa por las órdenes mendicantes–, pero habitualmente se le relacionaba como uno de ellos, propagando también su devoción.

Iconografía de san Sebastián

Grandes artistas como El Greco, Botticelli o Rafael han hecho importantes obras sobre san Sebastián. La forma más habitual de representar a san Sebastián en pintura y escultura es la de su primer martirio, atado a un árbol y siendo martirizado con una lluvia de saetas. Se suele realzar en estas obras la aceptación de su destino y el consuelo de los ángeles.
Menos habitual son sus representaciones de otros de sus momentos fuertes como su segundo martirio, la recuperación de su cuerpo de la cloaca por Lucina, o su sanación por parte de Irene.
Se le ha llamado también el Apolo cristiano, ya que es uno de los santos más reproducidos. Según algunas fuentes, su pronta aparición podría ser debida a la cristianización de un culto pagano.

Su veneración en España

Su fama se extendió especialmente por Europa Occidental, siendo un santo muy venerado en España, donde es patrón de multitud de municipios como la ciudad de San Sebastián. En nuestro país se le representa comúnmente vestido como un soldado y con la flecha en la mano, símbolo de su martirio.
Entre el siglo xvi y xvii aparece en España el libro Flos Sanctorum, una traducción de la famosa Legenda Sanctorum escrita por Jacobo de Vorágine, hagiógrafo dominico italiano, en el siglo xiii. En esta colección de vidas de santos, que fue muy importante para la iconografía del arte cristiano, hay un relato del jesuita Pedro de Ribadeneyra que narra así el martirio de san Sebastián: «Hízose así como el emperador lo mandó: arrebataron al santo caballero de Jesucristo los soldados y ministros de Satanás, lo sacaron al campo, lo desnudaron, lo ataron y descargaron tantas saetas en él, que su sagrado cuerpo no parecía cuerpo de hombre, sino un erizo».

Etiquetas: San Sebastián
Publicación anterior

Apuntes sobre el Monumento durante la Guerra (1936-1939)

Siguiente publicación

«Familias consagradas, familias reparadoras»

Publicaciones Relacionadas

Pequeñas lecciones de historia

Monasterio de Poblet (11): Poblet acoge a los trapenses

diciembre 2020

La persecución religiosa creada por la Revolución francesa obligó a cerrar muchos monasterios en Francia, entre ellos el de la Trapa, en Normandía, de religiosos cistercienses reformados . Los veinticuatro monjes se refugiaron, primeramente, en la cartuja de Valsainte,...

El peligroso engaño de la ideología vegetariana
Hemos leído

Las ecografías están a favor de la vida

febrero 2017

Por mucho que algunos se empeñen, la cuestión del aborto no es algo definitivamente zanjado. No lo será nunca mientras existan personas que no se resignen a que los más débiles sean asesinados. Víctor Gago, desde Actuall, se hace...

Buscar por fecha…

¡Clama ne cesses!

Últimas publicaciones

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

abril 2025

abril 2025
NUEVO NÚMERO – Abril 2025

Tiempos martiriales

abril 2025

Temas

Actualidad Actualidad Política Actualidad Religiosa Apostolado de la oración Cataluña Comunismo Cristiandad, Revista Cristo Rey Editorial España Estados Unidos Eucaristía Europa Familia Filosofía Fragmentos Francia Grabados Historia Iglesia Inglaterra Israel León XIII Liberalismo Mariología Navidad Orlandis i Despuig S.I., Ramón PAPAS (alocuciones, discursos, fragmentos,etc.). Persecución Religiosa Poesía Pío IX, Beato Pío XII Reino de Cristo Religión Rusia Sagrado Corazón de Jesús San Juan XXIII Santa Teresita del Niño Jesús Schola Cordis Iesu Sociología Sociología cristiana Teología de la Historia Varios Vaticano II, Concilio Virgen María

Plura ut unum

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

diciembre 2020
«El programa de la época es la persecución»

«El programa de la época es la persecución»

octubre 2020

El belén, escuela de sencillez

diciembre 2019
  • Aviso legal
  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Política de contratación
CRISTIANDAD - Al Reino de Cristo por los Corazones de Jesús y María.

Copyright © 2015-2025. CRISTIANDAD. Todos los derechos reservados. Powered by APG.

¡Bienvenido a CRISTIANDAD!

Identifícate con tu cuenta

¿Olvidaste la contraseña? Regístrate

¡Crea una nueva cuenta!

Rellena el siguiente formulario

Rellena todos los campos. Identifícate

Recupera tu contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer tu contraseña.

Identifícate
Gestionar consentimiento
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
  • Acceso
  • Regístrate
  • Carrito
¿Seguro que quieres desbloquear esta publicación?
Desbloqueos disponibles : 0
¿Seguro que quieres cancelar la suscripción?