John Beaumont, en un artículo aparecido en Saint Austin Review, se hace eco de una jugosa anécdota: se trata de «una anécdota sobre el comentario que Talleyrand, el obispo secularizado de Autun, político y diplomático, habría dirigido a alguien que defendía una nueva religión llamada «Teofilantropía». Se cuenta que aquel pobre hombre se encontró con que su religión, una construcción puramente intelectual, no conseguía hacer conversos y que se quejó a Talleyrand, quien le dio el mejor consejo que puede concebirse. Stanley Jaki, que también recoge la anécdota, escribe que la respuesta de Talleyrand fue: «Si quiere hacer conversos, haga milagros. Cure a los enfermos, reviva a los muertos, déjese crucificar y resucite al tercer día».
Atentado yihadista en Barcelona
El pasado 17 de agosto, a las cinco de la tarde, Barcelona se vio sacudida por un atentado islamista en Las Ramblas. Una furgoneta recorrió medio kilómetro por la zona peatonal de la calle, arrollando a cientos de transeúntes...