• Portada
  • Historia
  • Hemeroteca
  • Suscripción
  • Redacción
  • Acceso
  • Registro
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
CRISTIANDAD

Edmund Campion (y XI): el árbol de Tyburn

Por Gerardo Manresa Presas
marzo 2015
en Pequeñas lecciones de historia, Secciones
4 min de lectura

Desde el siglo XII, las ejecuciones en Inglaterra se realizaban en una pequeña población próxima a Londres, Tyburn, situada en el camino principal de entrada y salida de Londres. El pueblo estaba situado en la confluencia de dos vías romanas. En el siglo xii este camino era conocido como Tyburn Road. En Tyburn enlazaba con otra vía romana que pasaba bordeando Londres. Hoy día estas vías romanas son calles y avenidas céntricas de la ciudad de Londres: Oxford Street y Park Lane Avenue, que se encuentran en el Marble Arch, junto a Hide Park Corner.

En 1571, se erigió lo que se conoció como el «Árbol de Tyburn». Este «árbol», en el que podían ser ahorcados varios criminales al mismo tiempo estaba situado en el mismo camino de acceso de Londres y era como un símbolo de la ley para los viajeros. Años más tarde, en 1647, Cromwell lo amplió como «triple árbol», diseño especial con tres brazos horizontales de madera de forma que en estas horcas podían efectuarse ejecuciones en masa llegando a veinticuatro personas al mismo tiempo, con el uso de ocho carretas. Las ejecuciones en masa tenían lugar principalmente los lunes. El árbol de Tyburn era el lugar de ejecución de los condenados en Londres por el gobierno inglés y tiene un profundo recuerdo para todos los católicos, pues muchos hijos fieles de la Iglesia derramaron su sangre bajo su sombra.

PublicacionesRelacionadas

Alfonso de Ratisbona cuenta su conversión

septiembre 2016
El ocaso de la Iglesia en Irak

Kenia: el Jueves Santo de los mártires

mayo 2015
El ocaso de la Iglesia en Irak

Los auténticos coptos, verdaderos egipcios testigos del Amor

febrero 2019

Los prisioneros eran trasladados en carreta abierta desde la prisión de Newgate con sus mejores ropas, y sentados sobre su propio ataúd e iban acompañados por un sacerdote anglicano que les iba haciendo exhortaciones para el alma. Las dos horas que duraba el viaje hasta Tyburn eran acompañados a lo largo de todo el camino por cientos de personas ya con oraciones silenciosas, ya con insultos o lanzándoles piedras. Las ejecuciones eran presenciadas por miles de espectadores que pagaban por sentarse en las galerías abiertas erigidas especialmente para la ocasión junto al «árbol de Tyburn», así como en las habitaciones de los pisos superiores alquiladas en casas y pubs próximos.

Siguiendo este mismo protocolo llegó Edmund Campion hasta los pies del «árbol de Tyburn». Mucha gente importante había ido este día a contemplar el espectáculo. Le pusieron la cuerda en la garganta y Edmund empezó a gritar por encima del ruido de la multitud las palabras de san Pablo: «Hemos sido puestos como espectáculo ante Dios, ante los ángeles y ante los hombres. Hoy esto se hace verdad conmigo». No le dejaron continuar y le preguntaron sobre sus traiciones. Y pudo añadir: «Señor soy católico y sacerdote, en ésta he vivido y en esta fe pretendo morir. Si considera que mi religión es una traición entonces soy culpable; en cuanto a otras traiciones, nunca cometí ninguna, Dios es mi juez». Perdonó al jurado y pidió perdón por si entre las torturas había podido comprometer a alguien.

Cuando se le quitó a Campion el carro que sustentaba sus pies, la ávida gente se inclinó como un solo cuerpo hacia adelante y el mártir quedo colgando hasta que, ya fuera muerto o ya inconsciente, fue rajado de arriba a abajo por el carnicero. Una vez muerta, la persona ahorcada era mutilada por el carnicero, sus miembros y sus intestinos eran separados del cuerpo.

La multitud se dispersó al acabar el espectáculo, pero en el caso de los mártires lo normal era que la pena y la emoción de los muchos católicos silenciosos que acudían a venerar al nuevo mártir crearan un clima de reverencia y emoción en el ambiente, a pesar del clima festivo que el populacho isabelino pretendía imponer.

Un hombre volvió de Tyburn a su casa en Gray’s Inn con un profundo cambio interior: Henry Walpole, famoso ingenio de Cambridge, poeta menor, satírico, hombre joven aficionado a pasearse observando la naturaleza, popular, inteligente y romántico. Descendiente de familia católica, en algunas ocasiones llegó a manifestar simpatías católicas pero hasta este día se había mantenido a cierta distancia de los círculos católicos y estaba en buena relación con las autoridades. Era miembro típico de esa mayoría conformista de la que dependía el éxito de la fundación isabelina, esa gente que hubiese preferido vivir bajo un régimen católico pero aceptaba el cambio sin grandes lamentos. Walpole estaba interesado en la teología y había asistido a las disputas de Campion con la clerecía anglicana. En Tyburn se reservó un sitio de preferencia, tan cerca del cadalso que, cuando las entrañas de Campion fueron arrancadas por el carnicero y arrojadas al caldero de agua hirviente, una gota de sangre cayó sobre su chaqueta. A partir de este momento, comenzó para él una vida nueva: cruzó el mar, se hizo sacerdote en el seminario inglés de Lille y trece años más tarde sufriría la misma suerte que Campion en el patíbulo de York.

Y así continuó, y dio fruto la obra de Campion y de todos aquellos que como él dieron su sangre por la fe católica. Algunos llevaron a cabo hechos más aventurados, otros sacrificaron carreras más brillantes, muchos sufrieron torturas más crueles, pero todos entregaron su vida como expresión máxima de caridad.

 

Etiquetas: Edmund Campion S.I.Iglesia AnglicanaMartirioPersecuciones a la Iglesia
Publicación anterior

Nuestra Señora de los Desamparados

Siguiente publicación

Genocidio de cristianos en Oriente Medio

Publicaciones Relacionadas

El ocaso de la Iglesia en Irak
Iglesia perseguida

Rodrigo Miranda, sacerdote misionero en Alepo: «He aprendido a ser sacerdote en Siria»

marzo 2016

El padre Rodrigo Miranda es sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado. Nació en Chile. Desde hace diez años es presbítero y siempre ha servido en distintas partes de Oriente Medio. Su último destino ha sido Siria, donde ha servido...

Secciones

San Francisco de Sales (5): La unión espiritual con San Vicente de Paul

enero 2024

En octubre de 1618, Francisco de Sales llega por tercera vez a París. Será en esta ocasión, cuando Vicente de Paúl va a tener la oportunidad de conversar e intimar directa y largamente con el santo Obispo de Ginebra....

Buscar por fecha…

¡Clama ne cesses!

Últimas publicaciones

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

Mártires franciscanos de Georgia (USA) en defensa del matrimonio

abril 2025

abril 2025
NUEVO NÚMERO – Abril 2025

Tiempos martiriales

abril 2025

Temas

Actualidad Actualidad Política Actualidad Religiosa Apostolado de la oración Cataluña Comunismo Cristiandad, Revista Cristo Rey Editorial España Estados Unidos Eucaristía Europa Familia Filosofía Fragmentos Francia Grabados Historia Iglesia Inglaterra Israel León XIII Liberalismo Mariología Navidad Orlandis i Despuig S.I., Ramón PAPAS (alocuciones, discursos, fragmentos,etc.). Persecución Religiosa Poesía Pío IX, Beato Pío XII Reino de Cristo Religión Rusia Sagrado Corazón de Jesús San Juan XXIII Santa Teresita del Niño Jesús Schola Cordis Iesu Sociología Sociología cristiana Teología de la Historia Varios Vaticano II, Concilio Virgen María

Plura ut unum

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

Los hermanos Lémann y el Postulatum pro hebraeis

diciembre 2020
«El programa de la época es la persecución»

«El programa de la época es la persecución»

octubre 2020

El belén, escuela de sencillez

diciembre 2019
  • Aviso legal
  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Política de contratación
CRISTIANDAD - Al Reino de Cristo por los Corazones de Jesús y María.

Copyright © 2015-2025. CRISTIANDAD. Todos los derechos reservados. Powered by APG.

¡Bienvenido a CRISTIANDAD!

Identifícate con tu cuenta

¿Olvidaste la contraseña? Regístrate

¡Crea una nueva cuenta!

Rellena el siguiente formulario

Rellena todos los campos. Identifícate

Recupera tu contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer tu contraseña.

Identifícate
Gestionar consentimiento
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}
  • Editorial
  • Artículos
  • Actualidad
    • Actualidad política
    • Actualidad religiosa
  • Secciones
    • Orientaciones bibliográficas
    • Hemos leído
    • Iglesia perseguida
    • Pequeñas lecciones de historia
    • In memoriam
    • 75 años
    • Año de la oración
  • Jubileo del Sagrado Corazón
    • Monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús
    • La Devoción al Corazón de Jesús
    • Centenario Consagración de España al Corazón de Jesús
    • Consagración al Corazón de Jesús
  • Acceso
  • Regístrate
  • Carrito
¿Seguro que quieres desbloquear esta publicación?
Desbloqueos disponibles : 0
¿Seguro que quieres cancelar la suscripción?