Las logias masónicas, cuyo odio satánico a la religión es proverbial, no podían ver con buenos ojos los éxitos apostólicos del padre Claret. Si en Holguín, Cuba, armaron la mano del asesino que le hirió, en Madrid también lo intenta- ron varias veces, pues su presencia en la Corte les impedía que sus políticos afines pudieran actuar li- bremente ante la Reina.
La cuestión batallona, la que más interesó a los Padres y la que en Europa entera suscitó animadísimas escaramuzas y polémicas
doctrinales y prácticas, fue la cuestión de la infalibilidad pontificia.
Inaguramos una nueva sección «Mártires del siglo XX en España» con el propósito de dar a conocer la vida de los mártires reciente beatifiacados. Pertenecientes a diferentes congregaciones religiosas, también algunos laicos, todos ellos derramaron su sangre por Cristo durante la persecución religiosa que tuvo lugar durante la guerra civil española. Con el deseo de que sus vidas sean ejemplo y estímulo para todos nosotros en estos tiempos de secularización iremos desgranándolas en los próximos números.
Beatificación de 109 misioneros claretianos en el centenario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima
El padre Claret fue el apóstol fervoroso, el propagador ardiente del Inmaculado Corazón de María. Esta fue su arma de combate preferida, el centro de sus predicaciones, el eje en torno al cual hacía girar las más altas esperanzas de conversión del mundo lanzado ya, en su tiempo, por la pendiente naturalista que le había de conducir a la postración moral inmensa de nuestros días. Sus campañas por todos los rincones de Cataluña primero, y luego por otras regiones españolas y la archidiócesis de Cuba tenían el sello mariano marcado con carácter indeleble.
La devoción del padre Claret a la Virgen
El papa Pío XII expresó en su pontificado que la Santa Virgen María es como una luz suave que ilumina todos los aspectos de la persona y de la misión de san Antonio María Claret. Para el gran santo mariano la Madre de Dios era su todo después de Jesús.
Antonio María Claret tuvo su primera experiencia mariana