Nunca hubiera imaginado el pensador católico René Descartes (1596-1650) que su famosa frase: pienso, luego existo, hubiera llevado a los filósofos e intelectuales que le sucedieron a una conclusión tan perversa como poco a poco fueron concluyendo sus sucesores.
«La negación fundamental del socialismo es la negación de pecado». Afirma sistemáticamente Donoso Cortés. Negado lo sobrenatural, el deísmo y el panteísmo, transmutados en ateísmo, convergen en dos cosas simultáneas y relacionadas entre sí: la disolución del hombre y la exaltación de su poder.
*Fragmento del libro de Elio Gallego: ESTADO DE DISOLUCIÓN: EUROPA Y SU DESTINO EN EL PENSAMIENTO DE DONOSO CORTÉS, Sekotia 2017
Por: Pío XII Fecha: Dic, 1949 Número(s) de la revista: 137
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Por: Roig Gironella, S.I., Juan Fecha: Jul, 1945 Número(s) de la revista: 32-33