Las logias masónicas, cuyo odio satánico a la religión es proverbial, no podían ver con buenos ojos los éxitos apostólicos del padre Claret. Si en Holguín, Cuba, armaron la mano del asesino que le hirió, en Madrid también lo intenta- ron varias veces, pues su presencia en la Corte les impedía que sus políticos afines pudieran actuar li- bremente ante la Reina.
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Serví a Lucifer sin saberlo, de Serge Abad-Gallardo
La intolerancia frente a la verdad
Parece innegable que uno de los principios que teóricamente gozan en el mundo actual de mayor popularidad, llegando a tener la categoría de indiscutible es el de la tolerancia. Cuando se habla de «educación en valores» se la menciona como uno de los principales y a su ausencia se le atribuye ser la causa de conflictos y violencias