Etiqueta: Juan Pablo II

«Creemos en la vida eterna»

28. Creemos en la vida eterna. Creemos que las almas de todos aquellos que mueren en la gracia de Cristo –tanto las que todavía deben ser purificadas con el fuego del Purgatorio como las que son recibidas por Jesús en…

HACE 75 AÑOS

En 1982, el papa san Juan Pablo II, realizó una visita apostólica de diez días por distintos lugares de España. En las numerosas homilías que nos regaló, existe un continuo llamamiento a preservar la tradición católica que ha caracterizado estas…

¿Qué he de hacer para alcanzar la vida eterna? Una reflexión sobre la determinación moral de los actos humanos

La pregunta del joven rico (con la que se abre este trabajo) señala el marco adecuado donde debe plantearse el tema de la moralidad de los actos humanos. En ella el problema relativo a las obras cobra sentido en cuanto deben conducirnos a la vida eterna.

La perfección y los preceptos evangélicos se dirigen a todos

Quien «vive según la carne» siente la ley de Dios como un peso, más aún, como una negación o, de cualquier modo, como una restricción de la propia libertad. En cambio, quien está movido por el amor y «vive según el Espíritu» (Ga 5, 16), y desea servir a los demás, encuentra en la ley de Dios el camino fundamental y necesario para practicar el amor libremente elegido y vivido.

Recomendación de santo Tomás según la encíclica «Fides et ratio», de Juan Pablo II

EN diversas ocasiones se ha referido Juan Pablo II al magisterio de santo Tomás de Aquino pero el más relevante es el que se contiene en diversos pasajes de su encíclica Fides et ratio de 1998 que tiene por objeto analizar las relaciones entre la fe y la razón. Es indiscutido, que santo Tomás es universalmente considerado como el más preclaro exponente de la relación armoniosa entre la razón humana

La unión virginal de María y José

El evangelio de Lucas, al presentar a María como virgen, añade que estaba «desposada con un hombre llamado José, de la casa de David» (Lc1, 27). Estas informaciones parecen, a primera vista, contradictorias.
(S. Juan Pablo II durante la audiencia general del 21 de agosto de 1996)