
La Iglesia es santa. Así lo cree el Pueblo de Dios y lo proclama cada día en la santa Misa, dando testimonio de ello tantos sacerdotes y personas consagradas, padres y madres de familia, niños y ancianos… Y la Iglesia…
Con el título «Gaudete et exsultate» el papa Francisco acaba de ofrecer a la Iglesia la tercera exhortación apostólica de su pontificado. A lo largo de los 177 números que componen la carta, y en continuidad con el magisterio pontificio reciente, el Papa invita a todos los creyentes a tomarse en serio la llamada universal a la santidad.
La elección de un nuevo papa
Hace ya cinco años, el 13 de marzo de 2013, los miembros del colegio cardenalicio eligieron al nuevo sucesor de Pedro: el papa Francisco. Sus primeras palabras, después de saludar brevemente, fueron para pedir una oración por el papa emérito Benedicto XVI y también por él mismo: «Quisiera darles la bendición, pero antes pido un favor. Antes de que el Obispo bendiga al pueblo, pido para que Dios bendiga a su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de ustedes para mí».
La Iglesia viene celebrando el presente Año Jubilar de muchas maneras y a través de muchos actos. Pero no cabe duda de que la canonización de la Madre Teresa ha ocupado un lugar central en este Año de la Misericordia.
El pasado marzo se anunciaba la fecha tan esperada, y el mundo entero se alegraba porque la elevación de la Madre Teresa a los altares era un deseo compartido por los fieles católicos, pero también por otras personas que no conocen el Amor de Dios y aún no han abrazado la fe.