Alejandro Legentil, presidente del comité para erigir el santuario del Voto nacional al Corazón de Jesús, dio por sentado que el templo expiatorio debía erigirse en «París, cabeza y corazón de Francia, donde han tenido lugar los mayores escándalos y sacrilegios, allí se debe erigir el monumento de reparación y desagravio».