Para alcanzar lo más hondo y culminante de sus aspiraciones, es decir, la perfección de su ser, en que consiste su felicidad, el hombre ha de atender a la totalidad de su propia naturaleza, a la verdad de su alma, de su constitución como animal racional y como animal político.
Categoría: Artículos
Luis Martin, modelo de creyente, esposo y padre
En ocasión del reconocimiento de las virtudes heroicas de Mn. Miquel Costa y Llobera
Mn. Costa y Llobera, aun siendo de más edad, tuvo amistad con el padre Ramón Orlandis –«curador espiritual en la menor edad» de esta revista, también mallorquín– y muy especialmente con su hermano mayor, Pere Orlandis, a quien le dedicó
una preciosa y profunda elegía («Complanta») tras su prematura muerte.
La declaración pontificia de su doctorado en la Iglesia
Santa Teresita fue reconocida por su Historia de un alma como mensajera de una doctrina espiritual, que ella llamaba su «camino nuevo», fidelísimo al Evangelio, y cuya infl uencia universal es comparable a la de los autores espirituales más reconocidos como formadores de la conciencia del pueblo católico.
La totalidad del amor en el corazón de la Iglesia
Ofrenda de mí misma, como víctima de holocausto, al amor misericordioso de Dios
El «caminito» de la infancia espiritual de Teresa de Lisieux
La infancia espiritual es el comienzo y la consumación de la santidad. El comienzo, porque el buen Jesús dice que, si no nos hacemos como niños, no entraremos en el Reino de los Cielos, y la consumación, porque Él mismo nos dice que el que se humillare como un pequeñuelo, éste será el mayor en el Reino de los Cielos.