Categoría: Artículos

Fra Angélico, «una oración pintada»

Con motivo de la actual exposición «Fra Angélico y los inicios del Renacimiento en Florencia» que se exhibe en el Museo del Prado nuestro colaborador Guillermo Pons ha escrito el presente artículo que analiza la obra de este excelente pintor cuya profunda devoción religiosa inspiró toda su pintura. Esta exposición, en la que participan más de 40 prestadores de Europa y América, gravita alrededor de «La Anunciación» del Museo de El Prado, que se exhibe ahora en toda su plenitud tras su reciente restauración, y junto a ella se pueden contemplar la «Virgen de la Granada», incorporada a la colección de El Prado en 2016.

¿Cómo amaría el Corazón de María al Corazón de Jesús?

Ningún corazón, aun el de la madre más generosa, superará jamás el amor del Corazón de María hacia su Hijo y, por el testamento de la cruz, hacia todos nosotros. Por tanto, para comprender mejor el amor que nos tiene María, contemplemos su amor hacia Jesús: ¿cómo amaría el Corazón de María al Corazón de Jesús?

El Corazón de Jesús en los cánticos de san Luis María Grignion de Montfort

Es una especial gracia de Dios la celebración del centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús el 30 de mayo de 1919 en el Cerro de los Ángeles. Una fecha tan señalada merece ser resaltada, pues es una ocasión muy especial para agradecer al Señor todo lo que ha hecho por nuestro país a lo largo de estos cien años.

«Para que venga tu Reino, venga el Reino de María»

Jesucristo, Señor de la historia, en el año 1673 daba a conocer al mundo el trascendental mensaje de que iba a reinar mediante el amor de su Corazón misericordioso. En la villa borgoñesa de Paray-le-Monial el 27 de diciembre se lo revelaba a la joven visitandina Margarita María de Alacoque, nombrándola su mensajera, para que lo diera a conocer a toda la Iglesia. A su vez, y para transmitirlo a los pobres e ignorantes, el 31 de enero del año anterior había enviado al mundo en el pueblo de Montfort de la Bretaña francesa a su futuro pregonero,

La debilidad de Dios

Cuando Montfort nos invita a vivir la vida cristiana parte de una reflexión seria acerca de la conducta de Dios. En su vida, el santo pudo constatar que Dios se sirvió de su «debilidad» para realizar maravillas. Cuando estaba totalmente abandonado de todos sus amigos, en los bajos de una escalera de la calle Pot du Fer de París

El Cerro de los Ángeles y santa Maravillas de Jesús.

El Cerro de los Ángeles es el centro geográfico de España: una colina pelada, junto a Getafe, cerca de Madrid, con una ermita dedicada a la Virgen de los Ángeles, que le da nombre. En la segunda década del siglo xix surge la idea de erigir allí un monumento al Sagrado Corazón de Jesús, al que Alfonso XIII, con la Real Familia y el Gobierno, consagrará España el 30 de mayo de 1919.

La reparación, alma de la consagración

Algo en común llevan todos –o la gran mayoría– de los escritos de los papas del s. xx: la llamada insistente y ardorosa de volver a Cristo. Entre todos sobresale especialmente la Miserentissimus Redemptor de Pío XI. En medio de las dos guerras mundiales, cuando el hombre soñaba con instaurar la paz por medio de su diplomacia o la fuerza militar, el Papa señala un camino del todo distinto: el amor reparador a Cristo

Las Consagraciones públicas al Corazón de Jesús

Con gozo estamos asistiendo a la preparación de la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, en el Centenario de aquella que se hizo en mayo de 1919.
Con inmensa alegría cristiana vemos cómo se preparan autobuses para acudir a la celebración en el Cerro de los Ángeles, cómo se renuevan campañas de consagración de las familias aprovechando la efeméride, y cómo se está volviendo a recordar las enseñanzas de la Iglesia acerca de esta saludable devoción que es la «síntesis misma del Evangelio».

«Familias consagradas, familias reparadoras»

En las promesas que el Sagrado Corazón de Jesús hizo a santa Margarita María de Alacoque hay unas dedicadas a las familias tal y como la santa lo escribió primero a la M. Saumaise y más tarde al padre Croiset. Éstas suelen resumirse como la promesa de la paz y la bendición de los hogares en que su imagen sea expuesta y venerada.