Entre las muchas estampas dignas de consideración que hemos visto durante la crisis de esta pandemia subrayamos una que nos recuerda la presencia amorosa de la Virgen en medio de su pueblo que sufre. Fue el día 25 de marzo, en la basílica de Nuestra Señora del Rosario en Fátima: el patriarca de Lisboa consagraba a Portugal y España de una manera especial al Corazón divino de Jesús a través de María
En tiempos del reinado de san Eduardo II el Confesor (1042-1066), último rey de la casa de Wessex, tras el reinado del rey danés Canuto el Grande en Inglaterra, sucedió el hecho de las apariciones de Nuestra Señora de Walsingham. Según la leyenda de Walsingham, una noble sajona, Richeldis de Faverches, deseaba hacer una cosa especial para honrar a la Santísima Virgen y en 1061 tuvo una serie de tres visiones en las que la Virgen María se le apareció
La ceremonia, celebrada en la basílica de Guadalupe, fue presidida por el cardenal y arzobispo primado de México, S.E.R. Carlos Aguiar Retes, quien estuvo acompañado del nuncio de Su Santidad en México, Mons. Franco Coppola y diversos obispos y sacerdotes.
El cardenal Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro, consagró Brasil al Inmaculado Corazón de María en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima.
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El pasado 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación de María, el arzobispo primado de Irlanda, Mons. Eamon Martin, en comunión con todos los obispos y sacerdotes de la isla, consagró el pueblo de Irlanda al Inmaculado Corazón de María, para obtener «fuerza y protección frente al coronavirus».
A sus Eminencias, Excelencias y Reverendos Administradores:
En 2013, la Conferencia Episcopal de Filipinas aprobó la consagración nacional de nuestro país al Inmaculado Corazón de María, como preparación para la celebración del quinto centenario de la cristianización de Filipinas, que se celebra durante su conmemoración cada mes de junio.
El domingo 3 de mayo de 2020, el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo de Poznan, Mons. Stanislaw Gadecki, acompañado de varios obispos polacos, pronunció el Acto de Consagración de Polonia al Sacratísimo Corazón de Jesús y a la Madre de Dios, Reina de Polonia, ante el icono de la Virgen de Czestochowa, durante una Eucaristía que presidió en la basílica de Claromonte (Jasna Góra),
El pasado 1 de mayo los obispos italianos consagraron la nación al Inmaculado Corazón de María, una propuesta que salió de los propios fieles. Desde el inició de la pandemia del Covid-19 los obispos italianos han estado recibiendo multitud de cartas de los fieles pidiendo que se consagrara Italia a la protección del Inmaculado Corazón de María.
En 1830 Catalina Labouré, novicia de las Hijas de la Caridad, conocida antes con el nombre de Zoe, a sus 24 años recibía de la Virgen María el encargo de acuñar y propagar una medalla que expresara su mensaje de misericordia, para que, quienes la llevasen y le invocasen con devoción, recibieran sus gracias.